Aquella urbanidad Página 21
Urbanidad y buenas maneras de épocas pasadas
A lo largo de toda la historia distintos autores, articulistas y personajes anónimos han hecho referencia, de una manera directa o indirecta, a temas sobre cuestiones de educación, buenas maneras, cortesía...
Todos los artículos de Aquella urbanidad
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El paseo es un ejercicio decoroso que contribuye mucho a la salud del cuerpo y deja el espíritu mejor dispuesto para los ejercicios que le son propios.
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Es totalmente contrario a la cortesía pedir de beber el primero, a menos que sea uno el más importante de los comensales.
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Es señal de sensualidad, jamás permitida, romper los huesos, sea con el cuchillo o con cualquier otra cosa, o golpearlos sobre la mesa o sobre el plato.
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El lugar donde se debe poner el trozo de pan que se tiene para comer, es el lado izquierdo, junto al plato o sobre la servilleta.
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Cuando entre los presentes hay algún eclesiástico, a él le corresponde dar la bendición antes de la comida.
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La cortesía exige que, poco antes de comer y tomar las comidas, se laven las manos.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
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Se puede invitar a los demás a que beban, con tal que sea cortésmente, con moderación y sin forzarlos.
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Para tener vestidos recatados es preciso que en ellos no haya apariencia alguna de lujo ni de vanidad.
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La limpieza en los vestidos es una de las cosas que más tienen que ver con la cortesía.
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No es decoroso ni cortés hablar de forma presuntuosa de un banquete o de una comida a la que uno asistió.
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La cortesía invita a veces a servirse de un bastón, pero sólo la necesidad permite llevar una cachava en la mano.
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Nunca debemos mostrarnos, no sólo sin vestidos, sino ni siquiera sin estar totalmente vestidos.
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La urbanidad exige que cuando se está sentado se tengan las rodillas en su postura natural.
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La cortesía y el pudor exigen cubrir todas las partes del cuerpo, salvo la cabeza y las manos.
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La cortesía exige tener y mantener siempre las manos limpias, y es vergonzoso mostrarse con las manos negras y mugrientas.
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Es muy indecoroso agachar la espalda, como si se tuviera un pesado fardo sobre los hombros.
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La cortesía exige abstenerse de bostezar cuando se está con otras personas, sobre todo cuando se está con personas a las que se debe respeto.