Respeto a los maestros.
El respeto a los maestros y las faltas más comunes en los niños.
Respeto a los maestros.
¿Será Vd. atento con sus maestros?
Tendré mucho respeto a mis preceptores, seré dócil a sus palabras, y les mostraré gratitud por el bien que me procuran.
¿Se enojará Vd. por las reprensiones que recibiere de sus padres, maestros u otros superiores?
Las reprensiones de todos mis superiores debo oírlas con sumisión, mostrándoles mi arrepentimiento y mi propósito de la enmienda.
¿Y si Vd. juzga que le reprenden sin motivo?
Aun cuando piense que no me reprenden con razón, lejos de enojarme me excusaré con humildad, diciendo francamente mis descargos, sin manifestar resentimiento por la equivocación que contra sus deseos padecen.
¿Confesará Vd. sus propias faltas?
Si se me reprende por falta que haya cometido la confesaré al punto, para no añadir a mi culpa el feo y bajo delito de la mentira.
¿Es una falta en el niño aparentar el arrepentimiento que no siente?
El niño que solo aparenta el arrepentimiento, además de la falsedad y mentira que su ficción envuelve, muestra tener en poco aprecio las advertencias de los que le amonestan para hacerle mejor.
-
16245
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
¿Cómo podríamos concebir la grandeza de Dios sin detenernos con una mirada inteligente a contemplar la magnificencia de sus obras, y a admirar en el espectáculo de la naturaleza todos los portentos y maravillas que se ocultan a la ignorancia?
-
Hay muchas personas que se creen hábiles y que a cada momento desean y buscan ocasiones para lucir su habilidad imaginativa
-
Todas las acciones nuestras que en las vicisitudes socíales y en la conversación común ahorran incomodidad, tiempo y trabajo a nuestros semejantes.
-
Las adulaciones y lisonjas son propias de cameladores que no buscan el bien ajeno sino el propio.
-
El decoro no admite medio término entre nuestras acciones y el modo de practicarlas.
-
Las primeras dificultades que ocurren a los muchachos, y aún a algunos adultos que carecen de práctica, se fundan sobre el tratamiento que se ha de dar a la persona a quien se escribe.
-
Regularmente el hombre se distrae por afectación o por frialdad, y así es fastidiosísimo para el trato.
-
Los conocimientos materiales e individuales de las cosas, esto es, el conocimiento del mundo, no podrás adquirirlo sin una grande y continua atención
-
Se provoca la risa hablando de objetos bajos y plebeyos en tono grandioso y elevado con el cual reciben aquellos un aire cómico y gracioso.
-
La avaricia se echa de ver, por donde quiera, pareciéndose al amor y a los celos.
-
Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
-
Las tertulias y encuentros amenizados por un músico u orquesta.