Cuestiones sobre la urbanidad. VIII
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
Cuestiones sobre la urbanidad.
Durante la visita, ¿qué deberemos observar?
¿Qué hemos de hacer siempre que entre o salga un sujeto de la sala en que nos hallamos reunidos?
Delante de otras personas, ¿tienen que evitarse algunas groserías?
En las conversaciones, ¿es prudente revelar los secretos ajenos, y el manifestar curiosidad?
¿Debemos así mismo abstenernos de soltar palabras asquerosas, y de citar hechos tristes en ocasiones de alegría o diversión?
¿Qué máxima conviene tener presente en las conversaciones?
¿Tiene que pedirse licencia a su dueño para poder tocar libros, papeles o adornos en una casa ajena?
¿Es licito jamás excedernos en las alabanzas?
Cuando Vd. se halle en la necesidad de escupir estando en presencia de una persona de respeto, ¿qué efectuará?
Las puertas, ¿de qué modo tienen que dejarse?
Cuestiones sobre la urbanidad
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El orden social exige que la ancianidad sea respetada a fin de que los jóvenes oigan con docilidad sus lecciones, y obedezcan prontamente sus mandatos.
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Si tenéis que alabar a una mujer sobre su belleza, frescura y dulzura de sus miradas, o sobre el conjunto de sus facciones, no lo hagáis jamás a expensas de otra.
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El papel puede timbrarse con nombre, apellido y dirección o con el nombre e iniciales solo.
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La decencia general consiste en conformarse con las circunstancias de persona, lugar y tiempo.
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La urbanidad prescribe que devolvamos las visitas a quien nos las hace, y que seamos los primeros en hacerlas a nuestros superiores
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Los postres dulces se sirven enteros en su mayoría. Las frutas depende, unas enteras, otras troceadas y otras acompañadas de algún dulce
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Los charlatanes se hacen callar no dando pávulo a sus palabras, del mismo modo que un tocador de violín para a los bailarines cesando de tocar.
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Un hombre arrebatado de cólera es lo mismo que un furioso que no sabe ya lo que se hace.
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Tanto monarcas como cortesanos parecían encadenados a unos ceremoniales heredados de un pasado lejano. La etiqueta española se basó en los principios y la organización de la corte del ducado borgoñón
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Por patria se entiende no tan solo el lugar donde uno nace, sino todo el pais gobernado por unas mismas leyes.
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Las reglas de urbanidad son las que fomentan y conservan las sociedades.
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No dependen las perfecciones de un solo agrado: tantos son los gustos como los rostros, y tan varios.