Cuestiones sobre la urbanidad. V
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
Cuestiones sobre la urbanidad.
¿Aprueba Vd. la conducta de los alumnos soplones?
Al salir de la escuela, ¿qué deben hacer los niños bien criados?
¿Estamos obligados a respetar a nuestros Soberanos y a las demás autoridades que nos gobiernan?
¿Qué le parece a Vd. de aquellos niños insolentes que se mofan de los viejos y de los infelices estropeados?
¿Qué consideraciones son debidas a los mayores en edad y saber?
¿Cedería Vd. su asiento a una persona respetable que viese estar en pie?
Si un superior mal informado le reprendiese sin motivo, ¿se manifestaría Vd. ofendido?
¿Qué acciones bajas tienen que evitarse principalmente delante de los mayores?
Cuando se dirige la palabra a otra persona, ¿cuál debe ser el tono de la voz?
Cuestiones sobre la urbanidad
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De la urbanidad en las maneras de los niños.
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La mentira es indigna de un hombre de honor, se descubre muy fácilmente en el mundo, y expone a un bochorno y la ridiculez.
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La conversación es el palenque en donde se ponen a prueba todas las cualidades de talento, amabilidad y finura.
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Algunos, dándose cuenta de su responsabilidad, cuando están en conversaciones más que frívolas, al acercarse los pequeños llaman la atención: "Cuidado, que hay ropa tendida".
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En los conciertos, conferencias o sitios en que todos escuchan, no se debe hablar y distraer la atención de los demás, impidiéndoles oír.
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La moderación es la reguladora de los modales exteriores así en el hombre como en la mujer; pero ésta debe cuidar de precaverse contra aquella excesiva suavidad que la haría parecer melindrosa o encogida.
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En la iglesia el comportamiento debe ser prudente y respetuoso.
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Del arte de trinchar, y del servicio de la mesa. Disección de las aves.
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El ánimo, hijos míos, tiene necesidad de distraerse después de haberse ocupado algunas horas en asuntos serios; con este motivo se han imaginado los juegos.
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Entre las diversiones deben preferirse a las demás las que nos ponen en movimiento, y nos hacen ejercitar las fuerzas.
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Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.