
Consideraciones generales
Las reglas de urbanidad nos enseñan a ser metódicos y exactos en el cumplimiento de nuestros deberes sociales
protocolo.org
Reglas de urbanidad: nuestra buena educación
Aquella urbanidad
La urbanidad es el conjunto de reglas que tenemos que observar para poder poner de manifiesto nuestra educación, en sus múltiples aspectos.
Las reglas de urbanidad nos enseñan a ser metódicos y exactos en el cumplimiento de nuestros deberes sociales.
Nos enseña a ser atentos, respetuosos, corteses, afables y tolerantes con los demás.
Nos enseña a tener limpieza, orden y compostura. En fin, nos hace dignos y merecedores del aprecio en general.
Por las reglas de urbanidad llegamos a ser decentes en todos nuestros actos, aunque seamos pobres y poco instruidos.
Recuerda que puede haber muchísimas personas bien instruídas, pero muy mal educadas.
Practica, querido lector, todas las reglas de urbanidad y llegarás a ser modelo de los demás.
-
1083
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
En las reuniones de muchachas, las notas discordantes suelen ser producidas por chicas a quien nunca apetece el plan propuesto.
-
No debemos reír a carcajadas, ni gritar, ni correr. Eso desdice mucho de nuestra cultura
-
Una persona es tanto más interesante cuanto más se interese ella misma por las cosas.
-
No debéis aceptar una invitación de una amiga sin estar seguras de que esa invitación es formal y está aprobada por los padres de vuestra amiga
-
Las mujeres solían tenían ciertos deberes relacionados con la organización de la casa y el cuidado de los hijos
-
Los bailes, la reuniones sociales y el tabaco. Cómo acturar y comportarse.
-
No entendemos que la manera de respetar a la mujer consista en sustraerla a su magnífico destino y entregarla a funciones varoniles.
-
Para comer carne corta cada vez un pedazo, con el tenedor y el cuchillo, luego llévalo a la boca con el tenedor en la mano izquierda. La urbanidad no tolera llevar huesos a la boca
-
Todos debemos considerarnos como hermanos. No debemos humillar a nadie. Eso es fraternidad humana
-
Cada persona siente el miedo más o menos, o según sea su sistema nervioso.
-
Los alumnos deben cariño, obediencia, respeto y gratitud a sus maestros, porque de ellos reciben incalculables beneficios
-
No cabe duda que los ejercicios gimnásticos, atléticos, los juegos y, particularmente, el salto en relación con la natación, son magníficos colaboradores en la educación del carácter.