La risa. Cuándo reir y cuándo sonreir. Los bostezos. Los estornudos.
Si estás entre amigas y alguna cuenta un chiste, ríe alegremente cuanto quieras.
Convivencia Social. Formación Familiar y Social.
¿Cuándo se puede reír abiertamente?
Si estás entre amigas y alguna cuenta un chiste, ríe alegremente cuanto quieras. Si estás en el cine y ves una película muy graciosa, ríete cuanto quieras. Pero no demasiado fuerte. Pues las risas y carcajadas estrepitosas son cosa de gente ordinaria.
Pero si se cae una amiga tuya o si la profesora tropieza, domina tu risa. Pues reírse de la mala suerte ajena es una falta de caridad.
Tampoco debes reírte de la fealdad o de la bizquera o de cualquier otro defecto físico de las personas que te rodean.
¿Cuándo conviene sonreír?
Una niña, para resultar simpática y atractiva, debe sonreír. Esto demuestra que es alegre y está contenta y satisfecha. Y la alegría, como es comunicativa, como es contagiosa, establece una corriente agradable entre el que la reparte y el que la recibe.
Así que una niña debe y puede acompañar sus palabras y sus gestos con una sonrisa. Pero no tan exagerada que resulte empalagosa.
Una niña debe procurar estar contenta, sacarle partido a lo que tiene. Entonces su alegría interna se notará en la expresión de su cara.
¿Cuándo no conviene sonreír?
Pero una niña no debe sonreír mientras la reprenden, porque esto sería una burla impertinente, un desprecio a los consejos que le están dando.
Tampoco debe un grupito de niñas secretear y sonreír misteriosamente ocultando al resto de sus amigas el motivo de su risa. Pues esto, da ocasión a que dicho grupito tome fama de burlón y antipático.
Secretitos en reunión... y risitas en reunión son aún más antipáticas.
La burla es odiosa. Y una niña burlona acarreará sobre ella muchas antipatías. Así que no hay que ser burlona, ni parecer burlona. La risita misteriosa, aunque no sea burla, siempre molesta a los que ignoran el motivo que la causa.
¿Cómo y cuándo hay que dominar la tos?
Hay que tratar de dominar la tos durante los sermones, durante los conciertos, en el teatro y mientras nos hablan.
Es a veces imposible dominar la tos; pero, en ese caso, lo haremos poniendo el pañuelo delante de la boca para ahogar el sonido, o nos saldremos de la iglesia o de la sala de concierto.
Pero a veces tosemos por nerviosismo, porque nos contagia el vecino, y si no, fijaros como en la iglesia, si tose uno, tosen cinco. Si estamos resfriados tendremos la precaución de llevar unas pastillas.
Los bostezos.
Los bostezos son contagiosísimos, y hay que tratar de disimularlos poniendo nuestra mano delante de la boca y evitando todo ruido.
Al estornudar, ¿qué se debe hacer?
Hay que aprender a evitarlo con un esfuerzo difícil de explicar y que consiste en cerrar la boca y aspirar; hay que ejercitarse en ello.
De todas maneras, por si no podéis evitarlo, hay que volverse del lado contrario del vecino y ponerse el pañuelo delante de la boca.
A vuestra edad, a veces olvidáis el pañuelo o lo perdéis, y luego hay algunas niñas que hacen un ruido sospechoso con la nariz. Ya sabéis que esto es atrozmente desagradable y revela poca educación. La nariz debe estar siempre perfectamente limpia. Pero, al sonarse, hay que hacerlo con poco ruido, suavemente y volviéndose del lado contrario a nuestro ínterlocutor o vecino. Si estáis en la mesa, no hay que sonarse ni estornudar mirando al plato, sino volviendo un poco la cabeza.
El pañuelo es una prenda que se presta mucho al primor, a la finura, y tener pañuelos bonitos es cosa femenina, cosa que debe gustar a las niñas. Así, hay que tener bonitos pañuelos y no hay que perderlos.
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