Aquella urbanidad Página 35
Urbanidad y buenas maneras de épocas pasadas
A lo largo de toda la historia distintos autores, articulistas y personajes anónimos han hecho referencia, de una manera directa o indirecta, a temas sobre cuestiones de educación, buenas maneras, cortesía...
Todos los artículos de Aquella urbanidad
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Es de mala impresión ver a uno con mucha barba, excepto a los que se la arreglan bien y a menudo.
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El trato frecuente con mujeres de edad es el que inspira aquella urbanidad, aquella elegancia de modales, tono y dulzura.
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Siendo el carácter de los entusiastas todo benevolencia y dulzura, se ve uno obligado, so pena de pasar por inurbano, a oír con paciencia y aun con una especie de placer sus locas exclamaciones.
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Sobre las conversaciones triviales que se tienen en sociedad.
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Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
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Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
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Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
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La salutación es la piedra de toque del buen gusto. Hay mil maneras de saludar según las personas a quienes se saluda.
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Una de las polillas de la sociedad son seguramente estas gentes a quienes no se conoce sino por haber estado cinco o seis veces en una reunión sin reparar en ellas, pero se creen autorizadas para trataros como a unos amigos antiguos
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Equitación. Al tiempo de montar, no se han de tomar las riendas ni demasiado cortas ni demasiado largas.
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El hombre se coloca de modo que el caballo, libre en su ejercicio, obedezca con facilidad.
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Comportamientos vulgares y poco políticos en la vida cotidiana.
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Comportamientos vulgares y poco políticos en la vida cotidiana.
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Se puede decir que el modo de vivir, de andar o de presentarse de un hombre dan a entender quien es.
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El reloj se lleva en el bolsillo del chaleco metido en una cadena de oro.
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Se usan dos clases de sillas, la francesa y la inglesa.
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Si se mira con la lente a una mujer, es casi como señalarla con el dedo.
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Después de la ceremonia religiosa, se debe saludar con un aire respetuoso, y que manifieste sentimiento a las personas que hacen el duelo.
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Se limpiarán los dientes con un cepillito blando, procurando hacer esta operación por dentro y por fuera.
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Las propiedades de los cosméticos naturales son muy adecuadas para el cuidado del cuerpo.
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El gorro de noche debe colocarse de forma precisa para que no estropee ni el cabello ni el peinado.
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Para sacar los cabellos de los algodones se aguardará a que estén ya fríos, porque si no se tomase esta precaución no se rizarían.
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Es necesario al quitarse el sombrero levantar las mechas que se hayan caído, restablecer los tupés.
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Los cabellos no son un adorno verdadero, sino en tanto que están bien limpios y tengan aquella flexibilidad viva que favorece las ondulaciones.
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Los vestidos anchos y cómodos han sucedido a los angostos, estrechos y apretados.
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Los Romanos llevaban barba cuando sometieron a los Griegos que no la tenían, y la habían dejado de llevar a su vez cuando fueron vencidos por los Godos que aún la conservaban.