Conversaciones comunes.
Sobre las conversaciones triviales que se tienen en sociedad.

Conversaciones comunes.
Hay una multitud de individuos que no dicen una palabra de más ni de menos un día que otro, y en quienes la conversación se ha hecho estereotípica en su memoria.
Entran en un corrillo números, y después de haber saludado con poca gracia a la señora de la casa, se van a sentar en la primera silla vacante; allí entablan con su vecino una conversación que sería muy interesante, si no la repitiesen tan a menudo.
- Hoy ha hecho un tiempo primoroso.
- Sí señor. No obstante, el cielo está un poco cubierto; puede ser que llueva esta noche y bastante; hoy habrá mucha gente en el coliseo; el frío empieza a apretar; a las cinco señalaba el termómetro tres grados bajo cero; el domingo parece que se estrena una pieza nueva; ¿cree Vd. que salga con lucimiento? ... Pero Vd. no dice nada; ¿está Vd. malo?
- No señor, es que ...
El pobre oyente procura no manifestar el entorpecimiento que se va apoderando de él. Confesemos que la vida es demasiado corta para gastarla en estas tonterías.
Pero también hay conversaciones preparadas para aquellos que uno encuentra por la calle.
- Muy buenos días, caballero. ¿Cómo lo pasa Vd? Con que ¿Vd. por aquí? ¿No iba Vd. a Italia? ¡Qué viaje tan precioso será!
- Sí.
- ¿Y cómo va de salud? ¿Y sus negocios de Vd.? ... ¿Se divierte Vd. mucho? ...
- Pero perdone Vd., tengo que dejar a Vd., voy a comer, porque es ya muy tarde; y echa a correr sin aguardar respuesta a aquel diluvio de necias preguntas.
¡Necio! ¿Por qué no se contentaba con quitarse solamente el sombrero?
-
7410

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los niños tienen que aprender a comportarse tanto cuando van de visita como cuando reciben una visita en su casa
-
El papel puede timbrarse con nombre, apellido y dirección o con el nombre e iniciales solo.
-
En los conciertos, conferencias o sitios en que todos escuchan, no se debe hablar y distraer la atención de los demás, impidiéndoles oír.
-
Una persona educada debe minimizar los defectos de los demás, bien ignorándolos o bien haciendo ver que carecen de importancia
-
Hay dos pasiones que es preciso vigilar para no dejarse llevar por ellas en el juego: la primera es la avaricia, la cual ordinariamente es fuente de la segunda, a saber, la impaciencia y los arrebatos
-
La ocasión más oportuna para tratar de un negocio es la primera; pero el hombre de juicio señala el tiempo propio para el estudio y despacho de sus negocios. Las más de las veces se desperdicia mucho tiempo por mala elección, o falta de método en
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
Las cartas de amor son un clásico en la correspondencia personal. Son una forma de expresar los sentimientos que se sienten por otra persona
-
En los sitios públicos hay que guardar cierta compostura, cierta cortesía y ser respetuosos con los demás.
-
El estilo borgoñón requería tanto al monarca como a su consorte a comer en público, excepto en raras o excepcionales circunstancias, solos y separados
-
Los modales en la mesa son como los cubiertos, hay que saberlos utilizar de forma correcta.
-
Después de la ceremonia religiosa, se debe saludar con un aire respetuoso, y que manifieste sentimiento a las personas que hacen el duelo.



