
Del reloj y de los sellos.
El reloj se lleva en el bolsillo del chaleco metido en una cadena de oro.
Objetos de capricho.
Del reloj y de los sellos.
Ya solamente los ancianos y los trabajadores llevan el reloj en el bolsillo de sus calzones; en el día se lleva en el bolsillo del chaleco, metido en una cadena de oro echada al cuello bajo del chaleco, y que se introduce entre el tercero o cuarto ojal.
Ya no se lleva sello, sino una llavecita de oro que sirve para dar cuerda, y que se deja ver o no. A veces, puede ponerse el reloj en el bolsillo del calzón, pero esto es cuando es muy chato. En tal caso debe tener hacia afuera una cadena de oro corta y formada de eslabones prolongados, de los que se vean uno o dos.
Un hombre de gusto se guarda muy bien de ostentar su reloj. Una rica simplicidad debe brillar sobre todo su tren, por lo cual es tan ridículo llevar un reloj de plata, como uno guarnecido de diamantes.
La repetición ya no es de moda sino para los viajes o las partidas de caza. Nada hay más desagradable que hacer sonar la repetición en una tertulia o en medio de una conversación. Aquel tin tin a nadie gusta sino a los niños que se divierten con el ruido, y entretienen su imaginación con un mecanismo que no puede concebir.
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Después de nuestros padres, nada hay que nos toque tan de cerca como nuestros hermanos.
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Nunca un criado se permitirá familiaridades con visitantes ni con nadie de la casa.
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Aunque pudiera extenderme mucho más en cada uno de los artículos de que os he hablado, de moral, virtud y urbanidad, contemplo que os he dicho lo bastante, para que seáis buenos, virtuosos y corteses.
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Los hombres se sirvieron de ellas a fin de comunicar sus pensamientos a los ausentes.
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La buena educación de los niños es una de las más gratificantes tareas que pueden tener los padres con respecto a sus hijos
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No hay que entrar con la capa puesta en un lugar donde se hallen personas relevantes.
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En el paseo, muchas elegantes hacen tertulias animadas, pero hay que guardar en ellas gran compostura y evitar las conversaciones en voz alta y las risas extemporáneas
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La fecha contiene el lugar desde donde se escribe el día, el mes y el año.
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Todo ha de estar limpio, ventilado, cuidado, y sin que en ninguna habitación se amontonen trastos inútiles y viejos que dificulten la limpieza.
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Los charlatanes se hacen callar no dando pávulo a sus palabras, del mismo modo que un tocador de violín para a los bailarines cesando de tocar.
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El juego es, como la mesa, una piedra de toque de la educación.
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Al entrar en el mundo debemos tener la convicción de que entramos en un ambiente honrado, en el cual los actos no siempre están de acuerdo con las máximas.