![Logo Protocolo y Etiqueta](https://www.protocolo.org/extra/desimg/xcombined_proto_logo_idx_462x60.png.pagespeed.ic.5ZOHUrny0M.png)
El aseo del joven rural. Segunda parte.
Es de mala impresión ver a uno con mucha barba, excepto a los que se la arreglan bien y a menudo.
El aseo.
Como se sabe, nuestro cuerpo está siempre transpirando sustancias, siendo necesario su limpieza. De desear fuese que todos dispusiéramos de cuarto de baño, pero tan bonito medio no se puede pedir en los pueblos, donde hay un simple arroyuelo, y de enhorabuena si corre todo el año.
¿Qué hacer? ...
Indispensable es asimismo mudarse, por lo menos, una vez a la semana, y dos en el verano; caso contrario, nos exponemos a ser repugnantes a la sociedad.
Aún exigen mayor limpieza los pies, que se ensucian constantemente por el sudor a causa del ejercicio. Para evitar el mal olor, es conveniente lavarlos todas las semanas en verano, y cada quince días en invierno. No hay pueblo donde no haya agua para lavarse los pies.
Entre la juventud ocupa un lugar muy importante el arreglo del pelo. Prescindiendo de las modas, no se puede preservar uno en sociedad con el pelo de la "dehesa"; conviene, pues, cortarle de tiempo en tiempo, y peinarle a diario.
El cuidado de la barba también afecta a la Urbanidad; los hombres de buena sociedad, se afeitan diariamente; en los pueblos, dos veces a la semana. Es de mala impresión ver a uno con mucha barba, excepto a los que se la arreglan bien y a menudo.
"Antes de fumar es correcto y recomendable pedir permiso"
Los fumadores tienen sus reglas; no se puede fumar molestando con el humo a los demás, sobre todo si son señoras. No está mal que pidamos permiso, si estamos con personas que no fuman.
Nuestra constitución biológica nos lleva a salivar y limpiar la nariz, actos de suyo repugnantes, más si no guardamos ciertas precauciones, para no molestar a las personas que nos rodean. Nunca haremos esfuerzos violentos que producen sonidos de cornetín desafinado. Para estos menesteres, se usa el pañuelo limpio, empleándole de este modo: Se saca doblado del bolsillo, y se extiende del todo; se toma aproximadamente por el centro, y sin meter ruido se limpian las narices, o se recoge lo de la boca; terminado, se guarda con mucha gracia y aseo, sin doblarlo más. No está bien mirar al pañuelo después de usado; es cosa desagradable.
Si tenemos necesidad de toser o estornudar delante de personas, se pone el pañuelo delante de la boca, volviendo un poquito la cabeza hacia el lado desierto. Si estamos rodeados, bajémosla un poquito y a nadie salpicaremos con nuestra saliva.
- El aseo del joven rural. Primera parte.
- El aseo del joven rural. Segunda parte.
-
7923
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Replicar y contradecir en sociedad.
-
Las niñas deben tener respeto a sus padres. abuelos, hermanos y, en general, a todo el mundo con el que se relacione.
-
Debemos abstenernos de hacer comparaciones, en especial si recaen en dos o más individuos de una misma reunión.
-
No conducirse con otro como no querría que se condujesen con él mismo
-
Los niños deben aprender a respetar a los mayores cuando salen de paseo o van caminando por la calle
-
Para tener vestidos recatados es preciso que en ellos no haya apariencia alguna de lujo ni de vanidad.
-
La virtud resplandece en medio de la obscuridad de una vida retirada; y como siempre se abre camino, temprano o tarde llega a ser recompensada.
-
Al comer hay que hacerlo de tal modo que los carrillos no se inflen, y es totalmente contrario a la educación tener al mismo tiempo los dos carrillos llenos.
-
Deberes respectivos entre la persona que exige un servicio, y aquella a quien se exige.
-
Al entrar en el templo del verdadero Dios, se empieza por tomar agua bendita y santiguarse.
-
Un cumplimiento largo no puede tener gracia, sino que fastidia, como fastidia el elogio si dura mucho.
-
Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.