
Cómo recibir un regalo y ser agradecido
Las relaciones sociales, familiares y profesionales conllevan realizar una serie de acciones sociales entre las que figuran el hacer y recibir regalos
foto base chao-ye - Pixabay
Reglas de etiqueta para recibir un regalo de forma apropiada
Cuando hacemos un regalo, con toda nuestra buena intención, no siempre salen las cosas bien -o al menos, todo lo bien que nos gustaría-. Adivinar qué es lo que más le puede gustar a una persona, sobre todo si no la conocemos mucho, no es una tarea nada sencilla.
Los mismo ocurre cuando recibimos un regalo. No siempre es lo esperado. Las decepciones pueden vernir dadas por múltiples factores, pero eso no debe impedirnos ser educados y no mostrar nuestro desencanto o desilusión delante de las personas que nos hacen un obsequio -en este caso vamos a obviar los regalos gastronómicos-. Veamos cómo podemos evitarlo y dar una imagen de personas bien educadas.
Normas básicas de cortesía para recibir un regalo con educación y buenos modales
1. Sonreír, agradecer... pero sin exageraciones
No es una cuestión de ser unos hipócritas, pero tampoco de excedernos en halagos. Tanto si el regalo nos encanta, como si no nos gusta mucho debemos saber 'moderar' nuestras emociones. Todos los extremos son malos. Lo que si está claro es que no podemos decir a la persona que nos ha hecho un regalo que no nos gustó.
Te puede interesar: ¿Por qué hacemos regalos? La costumbre de regalar (con vídeo)
Si el regalo no es de nuestro agrado, damos las gracias por el detalle de forma escueta y sin muchas valoraciones. Si por el contrario, nos encanta, podemos decir alguna frase del tipo "cómo me conoces tan bien", "siempre aciertas con los regalos", etcétera, etcétera.
2. Ni lo revendas, ni lo regales
Los regalos que no tienen una buena acogida por nuestra parte pueden tener dos finales 'felices': guardarlos en el trastero, en el garaje o en cualquier otro lugar de almacenaje; o bien, ponerlos en un sitio recóndito de la casa para que no sea vean demasiado -cuando se trata de objetos decorativos-.
Hay otras opciones pero no son muy aconsejables: venderlos o re-regalarlos. Si los vendemos pueden enterarse las personas que nos los han regalado y crear un mal 'rollo' con ellos. Lo mismo puede ocurrir cuando se re-regalan. Pueden acabar en casa de un conocido o incluso de algún familiar de las personas que nos han hecho alguno de esos regalos. Son dos malas ideas: venderlos o re-regalarlos.
Hay otras dos opciones que podemos llamar intermedias. Una, es donar el regalo a una ONG o a una entidad similar. La otra es, si tenemos la posibilidad, cambiarlo. Si tenemos el ticket regalo, o nos ofrecen esa posibilidad podemos cambiarlo -mejor cambiarlo por otro regalo que cambiarlo por dinero-.
3. Comunicación no verbal: ¡Cuidado con los gestos!
En ocasiones, la boca, los ojos o algunos gestos que hacemos de forma casi involuntaria nos pueden traicionar. Lo que expresamos con palabras no concuerda con nuestra cara, con nuestra mirada. Debemos aprender a no mostrar disgusto o decepción para no incomodar a las personas que nos hacen un regalo que, seguramente, lo habrán elegido con toda su buena voluntad y con toda su buena intención. Si nos pillan en un 'renuncio' de este tipo, podemos decir que tenemos un mal día, que no hemos dormido bien... pero debemos demostrar que no hemos hecho un gesto adusto por culpa del regalo recibido.
4. No es apropiado decir eso
Si los gestos nos pueden delatar, las palabras son más directas. Ante todo, educación y buenos modales. Esas 'pullas' que algunas veces decimos con o sin intención, no son de personas bien educadas. Frases del tipo: '¡Mira qué bien!, ya tengo tres como este", ' Es mucho mejor el que yo tengo', 'No es demasiado práctico", etcétera, etcétera. Aunque las pensemos, mejor nos las callamos. Ser un 'sincericida', como dice la psicóloga Patricia Ramírez, no siempre es una buena opción.
Te puede interesar: ¿Es correcto no abrir el regalo que nos hacen delante de la persona o personas que nos lo han regalado?
Resumiendo, recibir un regalo no deja de ser una de las muchas interacciones que cualquier persona suele tener en su vida social, familiar y profesional. Ser educado y tener buenos modales es importante en cualquier faceta de nuestra vida. En el caso de los regalos, no podía ser menos.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
Citas Célebres
Donde hay buena educación no hay distinción de clases.
Rodríguez Marín
-
La postura corporal es capaz de 'comunicar' aspectos sobre nosotros tales como los estados emocionales o anímicos, entre otros
-
Las mujeres son ligeramente más educadas que los hombres y, por extraño que parezca, ambos grupos fueron significativamente más amables con los de su mismo sexo
-
Toda persona bien educada, es necesariamente oficiosa, y se ve asomar a sus labios la sonrisa.
-
Las personas asertivas, por regla general, se siente seguras de sí mismas. Son personas con una gran autoestima y, a la vez, suelen ser personas también muy receptivas
-
En ocasiones existe una sesgada o limitada interpretación acerca de los alcances e implicancias de la etiqueta social. Sugiero abandonar clichés o prejuicios y comenzar a analizar su indudable vínculo con asuntos concernientes al ámbito de las emociones..
-
Nuestros gestos y nuestros movimientos comunican. Las manos son muy importante en la comunicación no verbal y gestual
-
Es contrario a la urbanidad tomar el potaje directamente de la sopera para comerlo, y sacar cada vez con la cuchara lo que se va a llevar a la boca para comer.
-
Hay expertos que opinan que las personas que 'crean' o difunden cotilleos malos lo que hacen es desahogarse y descargar su agresividad
-
Algunas recomendaciones extraídas de la conferencia Educación, ceremonial y protocolo de la experta en etiqueta social Maria Eugenia Chikoff.
-
Los cambios de los usos y costumbres de la ciudad de Madrid. La forma de vivir en Madrid en el siglo XVIII
-
Lo que se adorna y se hace agradable, la conducta de una persona, son sus cualidades y buen comportamiento, y lo que la convierte en desagradable son sus defectos, su mal comportamiento
-
La realidad, afirma María Jesús, nos demuestra que mentimos mucho, mentimos todos y mentimos a diario; todos los días mentimos. Incluso, la gente que piensa que no miente o que miente poco, también utiliza la mentira en su vida diaria