6 errores comunes al hablar sobre el protocolo y la etiqueta. Siguen siendo muy necesarios en nuestra vida
Las reglas de protocolo y etiqueta son necesarias en cualquier sociedad para tener una buena convivencia. Respetar estas reglas supone aportar un poco cordialidad y amabilidad a nuestro día a día
¿No son necesarios los buenos modales? ¿Están pasados de moda?
Justificar la falta de utilidad el protocolo y la etiqueta con argumentos equivocados
En el imaginario de muchas personas existen algunos conceptos erróneos sobre la etiqueta y el protocolo. Son, lo que podríamos denominar, leyendas urbanas que tratan de justificar por qué no se deberían seguir estas reglas. El primer error es no considerar la gran importancia que tienen para cualquier sociedad este de tipo de reglas y pautas. Pero sigamos un poco más.
De un tiempo a esta parte, a menudo se escuchan términos como "protocolo" y "etiqueta" en referencia a cómo comportarse adecuadamente en diversas situaciones. Los temas que tratan sobre el protocolo y la etiqueta se han convertido en temas de interés para mucha gente. Las personas se interesan por este tipo de contenidos para tratar de mejorar a nivel personal, o bien por motivos laborales. También, quieren aprender a desenvolverse en determinados ámbitos sociales. Sin embargo, hay personas que nos quieren hacer ver que en realidad no son reglas necesarias para la sociedad actual. Sus justificaciones las desmontamos aquí.
6 justificaciones erróneas para obviar las reglas de protocolo y etiqueta
Veamos 6 de las principales razones, erróneas, que se suelen exponer para demostrar que estas reglas no son necesarias para una sociedad moderna.
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1. Son reglas anticuadas, del pasado. No es cierto. Este tipo de reglas no son algo del pasado. Los principios básicos de la cortesía y los buenos modales en los que se basan estas normas siguen estando tan vigentes como siempre. Se van adaptando a los tiempos y a la sociedad y siguen siendo la base para una convivencia cordial y respetuosa.
2. Pensar que las reglas de protocolo y etiqueta son únicamente para personas de cierta clase social. Un gran error. Tampoco es cierto que sea una cosa solo de ricos o de las clases acomodadas. Son reglas, consejos y pautas de buena educación y comportamiento que todo el mundo debería seguir para poder convivir de forma apropiada en sociedad.
3. Son reglas muy rígidas e imperativas. Al revés. Son reglas abiertas y normas que no se imponen sino que se recomiendan. Con el paso del tiempo estas reglas evolucionan y son cada vez más flexibles e incluso abiertas a la creatividad. Seguro que nuestros padres y abuelos piensan, por este motivo, que se están perdiendo los buenos modales, porque se adaptan a los tiempos modernos y cambian los modelos con respecto a su visión más conservadora. El protocolo y la etiqueta se adaptan perfectamente a los tiempos actuales, a las diversas circunstancias y a las distintas culturas y tradiciones.
4. Son una moda. Es una cuestión de estirados y snobs. Resulta preocupante ver cómo algunos consideran estas reglas y convenciones como una moda pasajera, reservada solamente para aquellos que buscan aparentar una imagen elitista o imitar a personajes de cierta relevancia social como actores, deportistas, etcétera. Este enfoque es muy equivocado. El verdadero peligro para los buenos modales y las reglas de etiqueta radica en aquellos que aceptan como algo correcto los comportamientos y gestos de personas con cierta relevancia social, sin importar lo mal educadas que puedan ser estas acciones. No importa lo rico, famoso o poderoso sea alguien, siempre debe seguir las mismas reglas que el resto y deberían ser un ejemplo para los demás. Hay que desechar la idea de que la etiqueta y los buenos modales son una moda, ya que esto solo promueve la imitación de malos ejemplos y comportamientos poco apropiados.
5. Solo es importante en el ámbito oficial. El protocolo como tal, sí debería ceñirse únicamente al ámbito oficial. Pero debemos asumir que el término se ha 'popularizado' y se utiliza para todo tipo de actos sociales y en cualquier otro ámbito de nuestra vida. La mezcla del protocolo y la etiqueta está en el día a día de nuestra vida. No únicamente debemos pensar en banquetes oficiales, recepciones de autoridades o simplemente en una boda. También el protocolo y la etiqueta están presentes en cualquier situación en la que se interactúa con otras personas, desde una entrevista de trabajo hasta una reunión de negocios.
6. Uno de los errores más comunes. Pensar que los temas de protocolo y etiqueta solo tienen que ver con la mesa o el vestuario. La mayoría de las personas lo asocian a cómo poner la mesa, cómo utilizar los cubiertos, cómo colocar las copas o cómo utilizar la servilleta, cómo vestirse para una boda o para ir a trabajar, cómo vestir un sombrero, cómo hacerse el nudo de la corbata, etcétera. Las reglas de etiqueta y buenos modales van mucho más allá del entorno de la mesa y de los temas relacionados con el vestuario. Están presentes en nuestra vida cotidiana de una u otra forma. Estas reglas también abarcan aspectos como el respeto hacia los demás, la puntualidad, la cortesía, la gratitud y la empatía, entre otros temas.
Es importante tener en cuenta que, aunque hoy en día pueden parecer más informales ciertos comportamientos, los principios básicos de la etiqueta y los buenos modales siguen siendo tan válidos como siempre. Las reglas de etiqueta y cortesía son unas herramientas muy útiles para mejorar nuestras relaciones interpersonales y nuestra vida en sociedad. Esta percepción de que los comportamientos son más informales o poco educados es una cuestión bastante generacional. La han tenido nuestros abuelos, nuestros padres y ahora, seguramente, es la percepción que tenemos nosotros.
Terminaremos con un error extra. El de aquellos que piensan que los temas relacionados con la etiqueta y los buenos modales son solo relevantes para las personas mayores o de generaciones anteriores. No olvidemos que las reglas de etiqueta son importantes para todas las edades, especialmente en la era digital. El comportamiento en todo tipo de comunicaciones -chats, videollamadas, etc.-, así como el uso adecuado de las redes sociales y el correo electrónico, también se rigen por normas de etiqueta y cortesía. La conocida como netiqueta.
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