¿Se puede llevar a los niños cuando vamos de visita? Las visitas acompañadas de niños
Dependiendo del tipo de visita a realizar, y los niños, dependiendo de sus edad, puede que no sea una buena opción que nos acompañen a determinados tipos de visita.
Vamos de visita, ¿llevamos a los niños o los dejamos en casa?
Hay muchos tipos de visitas. Para decidir si llevamos a los niños o mejor los dejamos en casa, debemos tener en cuenta dos puntos fundamentales:
1. Qué tipo de visita vamos a hacer.
2. A qué hora vamos a hacer esa visita.
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Las visitas a familiares
Si hacemos una visita de carácter familiar -a los abuelos, a los tíos, etcétera-, es habitual que acudamos con los niños, siempre que no sean demasiado revoltosos y estén bien educados. Si hay algún enfermo en casa, puede no sea una buena idea llevar a los niños.
Si a la casa del familiar a la que vamos tienen niños, es bastante común que los niños sean bien recibidos. Salvo que los niños se lleven mal entre ellos. No todos los primos, sobrinos, etcétera se llevan siempre bien-
Visitas de compromiso o sociales
Aquí hay muchas opciones. Como en el caso de la visita a un familiar, si hay alguien enfermo, es mejor no llevar a los niños. Si la visita es a un hospital, en vez de a una casa, mucha más razón para dejar a los niños en casa. También cuando la visita no es a una hora adecuada para los niños, no deben ir con nosotros.
Si vamos de visita a una casa donde no tienen niños y sabemos que no son demasiado de su agrado, puede que sea una buena opción no llevarles. Tampoco es apropiado llevarles de visita a una casa donde hay muchas cosas delicadas, de gran valor y muchos detalles demasiado atractivos para la infinita "curiosidad" de un niño.
Cuando la visita la hacemos para hablar "cosas de mayores" o hacemos una tertulia en la que se habla un poco de todo: actualidad, política o temas profesionales, etcétera, los niños no deberían ir. Si los llevamos, los niños no deben participar de las conversaciones de los mayores. Puede leer y estar callado o irse a otro cuarto a jugar.
Por último, si tenemos alguna duda, una buena opción es preguntar por la conveniencia o no de acudir con niños, aunque siempre será poner en un compromiso a los anfitriones. Pueden quedar como verdaderos ogros si dicen que no desean la presencia de los niños. Pero siempre es mejor preguntar que meter la pata. La edad de los niños, también es un factor importante a tener en cuenta a la hora de sopesar si les llevamos de visita o no.
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