Educación y buenos modales Página 5
Los buenos modales y la buena educación son formas de comportamiento que hacen referencia a las relaciones y trato con otras personas
Educación y buenos modales suelen ir de la mano. El comportamiento correcto de las personas hace que la convivencia se más cordial, amable y agradable
Todos los artículos de Educación y buenos modales
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No debe uno permitirse jamás la libertad de apoyar la cabeza en la mano como si no se pudiera sostener
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Lo que más contribuye a dar elegancia a una persona y a que sea considerada como persona prudente y educada es el mantener todas las partes de su cuerpo en la posición que la naturaleza o el uso exigen
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La costumbre de levantarnos temprano favorece nuestra salud porque nos permite respirar el aire puro de la mañana.
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Las escaleras mecánicas nos proporcionan una gran comodidad cuando tenemos que acceder a un piso o nivel superior, pero también a un nivel inferior
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Hay expertos que opinan que las personas que 'crean' o difunden cotilleos malos lo que hacen es desahogarse y descargar su agresividad
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Las redes sociales pueden ser tan buenas o malas como los usuarios que participan en ellas. El uso de las redes sociales pueden dañar y ofender a muchas personas
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A veces los malos se presentan en la sociedad con cierta apariencia de bondad y buenas maneras, y aún llegan a fascinarla con la observancia de las reglas más generales de la urbanidad
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Es una regla importante de urbanidad el someternos estrictamente a los usos de etiqueta que encontremos establecidos en los diferentes pueblos que visitemos
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El colegio Sant Josep (Navas, Cataluña) y el centro polaco Tadesuz Kosciuszko emprenden un proyecto conjunto sobre la educación y las buenas maneras.
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El tema de la educación en la juventud es recurrente y no es un problema de la época actual. En todas las épocas el tema de la educación de los jóvenes es un tema de gran importancia
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A veces hasta parece que ser bueno pasó de moda, que ser decente y honesto es ser tonto cuando es todo lo contrario
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Todo el mundo se considera perfectamente educado, es bastante curioso. Y aunque salta a la vista que hay diferencias grandes entre la educación de unos y de otros, da lo mismo.
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Asistimos a una decadencia de la cortesía y la urbanidad, como señala con indiscutible sensatez monsieur Pradel.
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Me reafirmo en mi postura sobre que el respeto a los demás, las formas y la educación no podrán erradicarse, por mucho que se empeñen los progres.
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La cortesía es una ceremonia, un ritual, y todos los rituales tienen algo de sagrado.
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Pocos adolescentes tienen el detalle de ceder el paso a una señora al entrar en una cafetería o, mucho menos, de apartar la silla de la mesa para que pueda sentarse.
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La higiene es el empleo de los medios necesarios para conservar la salud y una buena imagen personal
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El hombre de buenos principios no sólo sabe conducirse dignamente con las personas con quienes está relacionado, sino que tributa también sus consideraciones a la sociedad entera.
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Las personas entre quienes existen relaciones especiales, ya sean accidentales o permanentes, se deben respectivamente ciertas consideraciones también especiales.
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Debe ir a dar la bienvenida a los vecinos recién llegados. Lo ideal es que esta visita se haga durante las primeras veinticuatro horas de estancia en la nueva residencia.
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La moderación es la reguladora de los modales exteriores, así en el hombre como en la mujer.
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Hay ciertas reglas que sirven de base y fundamento a todas las demás reglas del tacto social
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Hombres y mujeres van a los bailes para bailar y disfrutar del baile, y las anfitriones invitan a sus amigos porque quieren que éstos se diviertan.
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Las señoras no pueden ser invitadas a festines sino por otras señoras, o por un caballero casado en unión de su esposa.
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El que en medio de la discusión lanza invectivas e insultos a sus contrarios, comete además una grave falta de respeto a la corporación entera
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Es un error lastimoso, y en que jamás incurren las personas que poseen una educación perfecta, el creer que sea lícito conducirse en el templo con menos circunspección, respeto y compostura que en las casas de los hombres