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Consejos para mantener una buena postura corporal al hablar. La postura de nuestro cuerpo dice mucho de nosotros cuando hablamos con otras personas

Descubrimos cómo mejorar nuestras relaciones sociales controlando nuestro lenguaje corporal cuando estamos participando en una conversación

Se lee en 4 minutos.

Debemos aprender a mantener una posición erguida tanto sentados como de pie
Consejos para mantener una buena postura y actitud cuando hablamos con otras personas. Debemos aprender a mantener una posición erguida tanto sentados como de pie

El lenguaje de la postura corporal. Nuestra postura puede comunicar más de lo que pensamos

Las palabras y los gestos algunas veces 'no están de acuerdo'

La postura de nuestro cuerpo no solo refleja nuestro estado físico, sino que también puede ser un indicador de nuestra salud y de nuestro estado anímico. Tanto en la forma de caminar como en los gestos que utilizamos en una conversación, son movimientos que dicen de nosotros más de lo que imaginamos. Nuestro cuerpo es un medio de comunicación no verbal cuyos gestos y posturas transmiten información sobre nuestra personalidad y educación.

Mantener una postura erguida

Debemos aprender a mantener una posición erguida tanto cuando estamos sentados como cuando estamos de pie. Una buena postura transmite una imagen más confiada y segura de las personas. Las posturas más desgarbadas pueden transmitir todo lo contrario: apatía, dejadez e inseguridad. Para tratar de tener una buena postura, vamos a imaginarnos que tenemos un hilo que nos sostiene la cabeza -como una marioneta de hilos-. No debemos confundir rectitud con rigidez. Se puede tener una buena postura natural, sin parecer que llevamos un palo de escoba atado a nuestra espalda.

Gestos que potencian nuestras palabras

Cuando hablamos, nuestros gestos pueden reforzar nuestro discurso verbal. Pero si no los sabemos utilizar bien pueden ser una fuente de distracción cuando son exagerados o inapropiados. Podemos practicar algunos gestos para que sean más naturales y que ayuden a reforzar nuestro mensaje sin ser demasiado llamativos. Debemos evitar mover las manos por encima del cuello o por debajo de la cintura.

Presta atención a las expresiones faciales

No solo hablan nuestros gestos con las manos. También las expresiones faciales pueden ser un poderoso complemento a nuestro mensaje verbal. Nuestra cara debería mostrar cordialidad y una amable sonrisa en casi todas las situaciones. Si fruncimos el ceño, miramos de forma desconfiada o hacemos gestos desagradables con la cara, podemos dar una imagen poco amistosa e incluso agresiva. Este tipo de gestos suelen generar rechazo.

Mantener una distancia cómoda

Las distancias personales y sociales son muy importantes. La distancia que tengamos con nuestro interlocutor debe ser apropiada. Por eso debemos buscar un equilibrio para que si nos alejamos mucho no parezcamos desconfiados o temerosos, y si nos acercamos demasiado, no parezcamos un poco intimidatorios o invasivos. Cuando no tenemos mucha confianza con la otra persona. Hay que saber mantener las distancias. Podemos dejar que sea la otra, para que se sienta cómoda, la que elija establecer un vínculo más cercano y acercarse un poco más. En general, hay que mantener una distancia que nos permita estar cómodos a los dos.

Las manos en los bolsillos

Una costumbre muy, muy habitual es tener las manos en los bolsillos cuando estamos hablando con otras personas. No es lo más correcto. Aunque veamos que lo hacen personas importantes como Bill Gates y otros -incluso lo hacen cuando saludan- no es gesto muy apropiado.

Cuando hablamos, nuestros gestos pueden reforzar nuestro discurso verbal
Dos personas charlan en una calle de Nueva York. Cuando hablamos, nuestros gestos pueden reforzar nuestro discurso verbal

Evitar gestos inapropiados

Algunos gestos pueden ser demasiado caseros, por decirlo de alguna manera, y es importante evitarlos. Son gestos que únicamente deberíamos hacer en privado, como por ejemplo: rascarse la cabeza u otras partes más íntimas, meterse los dedos en la nariz, el oído o en la boca, hurgarse entre los dientes con el dedo o con la uña, etcétera. Este tipo de gestos pueden dar una imagen poco correcta y educada de nosotros.

Cuando estamos hablando -también en otras ocasiones-, nuestra postura y nuestros  gestos son importantes para proyectar una buena imagen de nosotros. Mantener una postura erguida, utilizar gestos correctos y naturales, cuidar nuestras expresiones faciales, mantener una distancia cómoda y prudente y evitar gestos inapropiados son algunos consejos que podemos seguir para mejorar nuestras relaciones sociales y dar una buena imagen tanto personal como profesional a las personas que están con nosotros.

 

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