
Etiqueta en la sauna. ¿Vestido o desnudo?
La sauna es un lugar para descansar y estar relajado. Un remanso de paz para alejarse del ajetreo diario, del cansancio y de otras situaciones
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La sauna, disfrutar y compartir un remanso de paz y tranquilidad
Si nunca ha visitado una sauna -sala o habitáculo donde se toma un 'baño' de vapor- la pregunta que muchas personas se hacen es: ¿cómo debo estar en una sauna? La sauna es una sana costumbre -importada de los países nórdicos, Finlandia, concretamente- que cada vez tiene más seguidores debido a los múltiples beneficios que proporciona al cuerpo y a la mente.
Si debemos tener en cuenta que no es lo mismo estar en la sauna de nuestra casa -si tenemos la suerte de tener una-, que disfrutamos en la intimidad, que visitar una sauna pública. Lo mismo que ocurre en otros ámbitos sociales, hay que guardar unas ciertas "reglas de etiqueta" a la hora de disfrutar de la sauna. Conocer algunas normas evitará que nos pongamos en evidencia a nosotros y en un aprieto o compromiso a las demás personas que se encuentren a nuestro lado.
¿Cuestión de pudor, de vergüenza... de timidez?
Es curioso observar como la gente no suele tener problemas en lucir sus tatuajes más íntimos, y su cuerpo en general, en playas, piscinas y otros espacios públicos, y se siente algo cohibido en un espacio más reducido o íntimo como el de una sauna.
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Lo primero que debemos hacer es informarnos sobre las reglas o normas, que suelen ser muy claras en cualquier establecimiento de este tipo. También, podemos ser informados por algún empleado de la sauna, si es la primera vez que acudimos. En Europa, donde hay una larga tradición en el uso de la sauna, sobre todo en los países nórdicos, la desnudez es aceptada, si bien, más en ambientes familiares e íntimos que en ambientes más públicos. No obstante, hay saunas donde también se acepta la desnudez al aprovechar de manera mucho más eficaz los beneficios de la sauna.
Según indican los expertos, para aprovechar los beneficios que proporciona una sauna, es mejor estar completamente desnudo y tumbado, o recostado. Una posición de descanso en la que el cuerpo, relajado, se libera de sus toxinas y tensiones. Si bien hay que tener en cuenta, que cuando se comparte el espacio con otras personas, es mejor llevar alguna pequeña prenda de vestir, como un pequeño bañador o tanga, o bien permanecer cubierto por una toalla, de algodón, que deje a nuestro cuerpo transpirar.
Ducharse o darse un baño antes
Es importante entrar limpio a la sauna. No solo a nivel de suciedad visible como arena, polvo, etcétera, sino a nivel de no entrar sudado.
Guardar la compostura en la sauna
Si solo llevamos una toalla como vestuario, debemos procurar mantener una postura "prudente" evitando al tumbarnos dejar las piernas colgando o demasiado abiertas dejando ver lo que los demás no quieren ver. Si llevamos una prenda de vestir, como un bañador, tanga o similar, podemos retirar la toalla, pero también debemos mantener la compostura.
La sauna es un lugar para estar relajado y tranquilo, por lo que no debemos utilizarla como un centro de reunión para charlar animadamente, cantar, hacer ejercicio o cualquier otra actividad que pueda perturbar la tranquilidad de las otras personas que comparten este espacio con nosotros. Un simple saludo de cortesía al entrar y una despedida al salir de la sauna son suficientes gestos para cumplir con las reglas de cortesía más básicas. El resto del tiempo, mejor en silencio. ¿Y el teléfono móvil -celular-? Eso ni se pregunta, totalmente prohibido. Por nuestro bien, el de nuestros compañeros de sauna y del propio móvil, que se podría estropear.
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Miradas indiscretas. Se puede invadir el espacio personal con una mirada. Todo depende de cómo la hagamos. No hay que mirar fijamente a una persona, Y menos aún, mirarla a determinadas zonas del cuerpo.
¡Cuidado con el contacto físico! En un espacio como una sauna, donde el cuerpo está desnudo -o semi desnudo-, no es el sitio más apropiado para dar un abrazo, una palmadita en la espalda o cualquier otro gesto que conlleve un contacto físico que puede resultar muy incómodo, e incluso desagradable.
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Además de la toalla, es adecuado dejar un albornoz, bata o similar a la entrada de la sauna, para que al salir podamos abrigarnos y proteger a nuestro cuerpo de un cambio brusco de temperatura; el cuerpo necesita equilibrar su temperatura para adaptarse de nuevo a la temperatura ambiente.
Por último, debemos recordar que cada uso de una sauna pública, municipal o de una sociedad recreativa, tiene un tiempo. Puede que haya otras personas esperando su turno. Hay que respetar los tiempos.
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