Comer algo en el supermercado antes de pagar. Reglas de etiqueta para hacer la compra en el supermercado
La importancia de tener un buen comportamiento en el supermercado cuando vamos a hacer la compra sin incomodar al personal del establecimiento o a los clientes
Consumir antes de pagar, ¿es correcto? Cómo ser un cliente responsable
Ir de compras al supermercado es una tarea rutinaria para la mayoría de nosotros. Sin embargo, a veces olvidamos que, al igual que en cualquier otro espacio público, existen ciertas reglas de etiqueta y normas de comportamiento que debemos seguir. Aunque la mayoría las siguen, siempre hay clientes con algún comportamiento reprochable.
Uno de los temas más controvertidos cuando hablamos de hacer la compra es el consumo de productos antes de pagarlos en caja. Aunque pueda parecer una acción inofensiva, abrir una bolsa de patatas o un refresco, por ejemplo, y pagarlo luego en caja, no es correcto ni apropiado. Mejor no hablamos de las personas que hacen lo mismo, pero dejan el envase vacío o a medio consumir en cualquier lado para no pagarlo.
Es importante recordar que hasta que hayamos pagado por un artículo, todavía pertenece a la tienda. Consumirlo sin haberlo pagado es algo así como entrar en la casa de nuestro vecino sin su permiso. Puede parecer una acción inofensiva comer algo aunque lo vayamos a pagar, pero en realidad constituye una falta de respeto hacia el establecimiento, los empleados a los que se pone en un compromiso y hacia las propias políticas de la empresa. Esta conducta puede comprometer al personal del supermercado y a los demás clientes, porque puede generar situaciones incómodas si un empleado del establecimiento se ve obligado a llamar la atención a un cliente por este motivo. Y los clientes, a su vez, sufren estas situaciones tan desagradables o embarazosas.
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Además de los productos envasados, no es correcto ni está permitido comer alguno de los productos que se venden al peso, como frutas, frutos secos, bollería, etcétera. Estos alimentos se pesan y se cobran según su cantidad, por lo que consumirlos antes de pagar equivale a recibir más de lo que se ha pagado.
Consumir y no pagar
La pérdida de ingresos derivada de este tipo de comportamientos puede parecer insignificante, pero para las grandes cadenas de supermercados supone mucho dinero al año. Cada producto consumido que luego no se paga, que son muchos más de los que pensamos, representa una merma en los beneficios del establecimiento. Cuando se suman todas estas cantidades consumidas y no pagadas, las cifras pueden ser considerables, lo que afecta directamente a los márgenes de beneficio de los supermercados.
Por lo tanto, la mejor opción es siempre comer antes de hacer la compra o después de haberla pagado. De esta manera, no solo se respetan las normas del establecimiento, sino que también se evitan posibles malentendidos o situaciones incómodas con el personal o los demás clientes. Además, planificar las comidas y los horarios de compra puede ayudar a prevenir la tentación de consumir productos antes de pagarlos, según dicen los expertos. Hacer la compra con hambre nos suele llevar a hacer una compra menos racional y menos sana.
Aunque el consumo de productos antes de pagarlos en el supermercado pueda parecer una acción sin importancia, es un comportamiento que debe evitarse. ¿Se imagina si todos los clientes hiciesen lo mismo? Sería un gran restaurante en vez de un supermercado. Además de generar pérdidas económicas para el establecimiento, este tipo de acciones pueden suponer problemas de higiene y seguridad alimentaria. Porque hay personas que abren botes, bolsas, cajas de cereales o galletas, etcétera, con el consiguiente peligro para el resto de los clientes. Como consumidores responsables, es nuestro deber conocer y respetar las normas de etiqueta en los supermercados. El comportamiento sensato y prudente como clientes nos recompensa con una experiencia de compra más agradable y sin complicaciones o sobresaltos.
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