Tener mala conciencia. El efecto Macbeth (con vídeo)
La acción de lavarse las manos parece ser un reflejo de la persona que tiene mala conciencia

offthelefteye - Pixabay
No comportarse bien con los demás. "Yo me lavo las manos". La mala conciencia
Varios estudios han demostrado que históricamente, cuando alguien había hecho algo moralmente reprobable o había actuado mal, es decir, tenía mala conciencia, recurría a un " gesto de purificación " como es el hecho de lavarse las manos.
Desde el conocido Poncio Pilato , "yo me lavo las manos", el catolicismo con la ceremonia del bautismo, etcétera, son actos en los que se trata de "limpiar" o purificar.
Estudios que lo demuestran
Un estudio de la universidad de Toronto ha demostrado que toda aquella persona que tiene la conciencia "manchada" por la razón que sea se lava las manos como acto de "purificación". Una forma de "limpiar" su conciencia por medio de este gesto. A este efecto "purificador" le denominaron el "efecto Macbeth" -conocido personaje de la obra de Shakespeare, donde Lady Macbeth le pide a su marido que mate al rey de Escocia, Duncan, y por más que se lava las manos, Lady Macbeth , siempre se las nota manchadas-.
Hay otro estudio que se basó en un curioso experimento. Se hicieron dos grupos de personas a los que se les pidió que mintieran. Unos lo hicieron de forma verbal y otros por medio de un correo electrónico. Después de esa mentira provocada, se le ofreció un enjuague bucal y un jabón de manos a las personas de ambos grupos. Mayoritariamente, las personas que habían mentido de forma verbal eligieron el enjuague bucal y los que habían mentido mediante de forma escrita eligieron el jabón de manos.
Nos sentimos mal o tenemos mala conciencia cuando actuamos en contra de nuestros valores. Cuando actuamos en contra del código de conducta que tenemos aceptado de forma generalizada para que la sociedad funcione mejor, cuanto nos saltamos algunos límites. Esta "mala conciencia" se acentúa cuando hay un acto de voluntad. Es decir, cuando se hace de forma deliberada, intencionada, no por casualidad o de forma fortuita.
Hay que saber distinguir la mala conciencia del remordimiento. Cuando el hecho afecta a los demás entonces hablamos de mala conciencia. Cuando solo nos afecta a nosotros mismos, hablamos de remordimiento.

422737 - Pixabay
Cosas que hacer ante la mala conciencia
1. Pedir perdón
Cuando he hecho algo malo a otra persona lo mejor que se puede hacer es reconocer el error y pedir perdón.
2. Ser compasivo
Si una mala actuación nos afecta a nosotros hay que tratar de ser compasivo y comprensivo con uno mismo. Todos nos equivocamos y todos podemos aprender de los errores.
3. Reparar el daño
Si nos hemos equivocado además de pedir perdón vamos a ver si podemos reparar el daño o al menos. Si es algo material, trataremos de reponerlo. Si no es material, por ejemplo, una mala crítica, una pérdida de confianza, etcétera. habrá que hacer lo que podamos para intentar volver a dejar las cosas como estaban antes.
Te puede interesar: ¿Por qué mentimos? La mentira en la sociedad
4. Sacar un aprendizaje
De casi todo en esta vida se puede aprender. De los errores también. Solo hay que tener el propósito de tratar de cambiar y de mejorar como persona y como ser humano que se relaciona con los demás.
5. Entrena tu sistema reflexivo
Hay que saber anticiparse. Por ejemplo, haciendo una lista de compromisos. Nos puede hacer sentir mala conciencia no haber llamado a un amigo en un momento difícil, no haber ayudado a un compañero con una tarea que le sobrepasaba o que necesitaba con urgencia, no haber participado en una competición deportiva que precisaba de nuestra colaboración, etcétera. Si hacemos una lista y nos tomamos nuestro tiempo para analizarla, podemos anticiparnos a muchos de estos "compromisos" y establecer una serie de prioridades para que podamos cumplir con la mayoría de ellos y no sentirnos mal después.
6. Escala de valores
Nuestro código de conducta, nuestra forma de actuar debe ser la guía de nuestros actos. Hay que tratar de no traspasar los límites de lo que pensamos que está bien y mal, o de lo que socialmente está admitido como correcto o apropiado.
7. Cuidado con los deberías
No hay que ser demasiado severo con uno mismo. Esos "deberías" nos pueden condicionar tanto que nos pueden hacer sentir mal en muchas ocasiones por no haber hecho lo que "deberíamos" según nuestra escala de valores y código de conducta. Hay que ser más flexibles.
8. Ser empático
Las personas que empatizan bien son personas menos propensas a "dañar" a los demás. Si nos ponemos en el lugar de la otra persona es mucho más fácil evaluar los "daños" de una mala acción que podamos cometer por nuestra parte.
9. Tratarse bien
Te puede interesar: cómo gestionar conversaciones difíciles
No hay que ser más duros con uno mismo que con los demás. Un error es un error, y debemos evitar cometerlos, pero una vez cometido debemos aplicar la "misma ley" que a los demás. Ni menos, ni más.
10. Visualizar
Es bueno imaginarse con antelación lo que vamos a hacer. Las consecuencias. Si podemos "recrear" de una forma bastante realista nuestras acciones puede ser de gran ayuda para evitar cometer grandes errores.
11. Chantaje emocional
No hay que ceder al chantaje emocional. Es un recurso que se suele utilizar en muchos ámbitos de nuestra vida y que, seguramente, nosotros también hemos utilizado en alguna ocasión.
12. Cuidar la autoestima
No hay que pensar mal de uno mismo. La baja autoestima es una forma de ser débiles. Nos puede hacer pensar que los errores los vamos a seguir cometiendo sin poder evitarlo.
Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga y colaboradora habitual del programa de RTVE "A punto con la 2" nos da una serie pautas y consejos para evitar tener mala conciencia. Y en caso de tenerla por haber cometido algún error, cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Las personas somos seres territoriales y nos gusta marcar nuestro espacio o territorio
-
Los gestos suelen comunicar tanto o más cosas que las palabras y la mayoría suelen ser más sinceros porque los hacemos de forma involuntaria
-
Un gesto y una postura pueden darnos las claves de la capacidad de impresionar de una persona
-
La práctica de los buenos modales y enseñar a ser educado es una labor fundamental de los padres que debe inculcar a sus hijos desde pequeños
-
El concepto de la elegancia -que tiene buen gusto y distinción para vestir- no siempre es igual para todo el mundo
-
La primera impresión es la que vale. El vestuario debe ir acorde al momento y a la situación. Dar una buena imagen "abre muchas puertas"
-
Los gestos para afirmar o negar algo pueden ser muy diversos en algunas partes del mundo
-
La noche, sobre todo en los locales de ocio nocturno, suele ser más de gestos y movimientos que de palabras
-
El origen del beso parece que tiene que ver con una necesidad tan básica como alimentar a los bebés
-
Una mirada, un posición de la manos, una forma de sentarse o una sonrisa en el momento de hacer un saludo pueden ser formas de comunicar más allá de las palabras
-
Rascarse es algo más que tener un picor... es una manera de disfrazar un pensamiento y, en ocasiones, de mostrar nerviosismo, desasosiego
-
La amplia y rápida difusión de las nuevas tecnologías está dando lugar a una nueva forma de expresarse y de comunicarse











