Reglas de urbanidad Página 17
La urbanidad es el buen comportamiento acorde con los buenos modales que demuestra buena educación y respeto hacia los demás
La urbanidad es un concepto asociado al comportamiento social más apegado a lo antiguo. Podemos afirmar que ha dejado de ser, en nuestros tiempos, un código riguroso e inamovible
Todos los artículos de Reglas de urbanidad
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Los niños deben aprender desde muy pequeños a cuidar su aspecto físico y el de sus ropas, calzados y otros complementos
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El comportamiento general del niño se va aprendiendo a medida que sus padres le hacen relacionarse en sociedad con otras personas
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Las reuniones guardan una gran similitud, a nivel de reglas de etiqueta y buenos modales, que las visitas
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El comportamiento cuando estamos en presencia de otras persona debe ser correcto y educado
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La mesa es el mejor escenario para demostrar la buena educación de una persona y poner en práctica todo lo que hemos aprendido
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La mesa es el mejor escenario para demostrar la buena educación de una persona y poner en práctica todo lo que hemos aprendido
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Se dará por sentado, pienso, que el estudiante promedio de hoy no llega a la universidad impregnado en una tradición religiosa o ética en la que tiene confianza ciega
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El principio de la urbanidad es captarse la estimación general por medio de las impresiones agradables que produce nuestro trato
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Hay que advertir la oportunidad de hacer un obsequio y al criterio que conviene seguir, según que la prudencia aconseje aceptar o rechazar el don que se nos hace
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No se tiene estima alguna de un hombre que habla indiscretamente, y a causa de esto debemos procurar, según el consejo del mismo Sabio, no ser ligeros de lengua
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La urbanidad es tan estricta en lo relativo al prójimo que no permite causarle disgusto en nada; por esto no permite que se hable nunca mal de nadie
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Cuando se desea saber algo de una persona a la que se debe respeto, es cortés hablarle de modo que se vea obligada a responder a lo que se le pida
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Cuando uno es alabado no debe mostrar alegría, lo que sería señal de que a uno le gusta ser adulado
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Hay personas tan llenas de sí mismas, que explican siempre a aquellos con quienes conversan lo que han hecho y lo que hacen, y que se debe tener en mucha estima todas sus palabras y acciones
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Los juramentos y blasfemias están entre las mayores faltas que se pueden cometer contra las leyes de la cortesía
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En confianza hay quien fiscaliza nuestros actos, quien curiosea nuestros muebles, quien lee por encima del hombro las cartas que escribimos...
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La honradez no puede sufrir que se diga algo falso; quiere al contrario que, según el consejo de san Pablo, diga cada uno la verdad al hablar con su prójimo
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La entrevista no es un monólogo pero tampoco una conversación. Solo debe responder cuando se le pregunta
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Si el que llega es alguien que quiere hablar, se le puede hacer entrar; y cuando entra, la persona a quien quiere hablar debe levantarse y recibirle de pie y descubierto
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Es preciso dejarlo todo para recibir a la persona que nos visita para que reciba toda nuestra atención
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No se debe salir sin saludar y sin despedirse del grupo. Al salir hay que abrir y cerrar la puerta sin hacer ruido alguno
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No debe uno permitirse jamás la libertad de apoyar la cabeza en la mano como si no se pudiera sostener
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Así como no conviene tener los cabellos muy cortos, cosa que desfiguraría a la persona, hay que procurar también que no sean demasiado largos y en particular que no caigan sobre los ojos
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No debe haber en el rostro nada que sea severo o repugnante, no debe aparecer tampoco nada huraño ni salvaje
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El respeto que se debe al prójimo no permite, al hablar de alguien, golpearse la frente con el extremo del dedo para indicar que es una persona aferrada a su sentir y a su propio juicio
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La persona que quiere hacer profesión de humildad y modestia y tener un exterior formal y sereno, tiene que conseguir que sus ojos sean dulces, pacíficos y comedidos