Educación y buenos modales Página 59
Los buenos modales y la buena educación son formas de comportamiento que hacen referencia a las relaciones y trato con otras personas
Educación y buenos modales suelen ir de la mano. El comportamiento correcto de las personas hace que la convivencia se más cordial, amable y agradable
Todos los artículos de Educación y buenos modales
-
La obra, pues, que vamos a presentar al público se compondrá de cuanto pertenece al modo de presentarse y de conducirse en el mundo.
-
La galantería exige sin embargo, que un caballero ofrezca atentamente su puesto a una señora que le tuviese menos cómodo.
-
Algunas recomendaciones extraídas de la conferencia “Educación, ceremonial y protocolo” de la experta en etiqueta social Maria Eugenia Chikoff.
-
Si quisiera, Alfonso Ussía seguramente podría hablar de la elegancia, del saber estar, de la etiqueta y el decoro con absoluta y solemne autoridad.
-
Las buenas maneras y modales son fundamentales para vivir civilizadamente, sin embargo en esta sociedad cambiante, ¿se está perdiendo la buena educación?
-
En una cena formal nunca se sirve más comida a los invitados, pues se asume que el primer servicio ha sido suficiente para satisfacerlos.
-
Los jóvenes formados en las escuelas de la Iglesia son tan maleducados, en el sentido tradicional del término, como los formados en escuelas laicas.
-
Santos son nuestros templos y el cuidado de estos lugares bendecidos o consagrados para el culto divino.
-
Los escolares de segundo de la ESO han aprendido diversas habilidades sociales.
-
La política es un negocio difícil. Es como si acabaras de llegar a una orquesta, alguien te diera una flauta y al día siguiente te pidieran que tocaras a Stravinsky.
-
Todo el mundo se considera perfectamente educado, es bastante curioso. Y aunque salta a la vista que hay diferencias grandes entre la educación de unos y de otros, da lo mismo.
-
Su vida social, sobre todo, cuando congrega a muchas personas en su casa puede afectar a otras personas, como sus vecinos, por ejemplo.
-
El chino común, el chino de calle, no sabe exactamente qué son los juegos olímpicos y éstos no tienen significado alguno en sus vidas diarias
-
Las buenas maneras y la simpatía parecen con demasiada frecuencia prohibidas en el día a día laboral de Nueva York.
-
La cortesanía no es solamente ornamento bellísimo de la vida cvil; es también una de las más excelentes virtudes
-
Se habla de la pérdida de los 'valores' como el origen de los problemas que nos agobian.
-
¿Qué obligación y respeto debemos a nuestros padres?
-
La cortesía debe ser un ejercicio a realizar por todo el mundo esté donde esté.
-
Asistimos a una decadencia de la cortesía y la urbanidad, como señala con indiscutible sensatez monsieur Pradel.
-
Hay que tener en cuenta las fechas señaladas como especiales del calendario local y nacional para evitar sorpresas.
-
Fuera de las muestras ordinarias de deferencia que debemos prodigar a nuestros padres, existen otros testimonios particulares de los que nos ofrecerá ocasión el amor que les profesamos.
-
Si la urbanidad es necesaria en general, no es menos indispensable en particular.
-
Cuando alguien está molestando, cuando comete alguna equivocación o cualquier otro hecho similar, esta actuación puede ser motivo de reprimenda o, al menos, objeto de una recriminación.
-
No es correcto abusar de la cortesía de los anfitriones y aprovechar su buena fe para evitar tomar platos que no le gustan sin tener ninguna razón importante para ello.
-
¿A qué se debe este renovado interés por los modales, incluso en una sociedad como la norteamericana, en la que se supone que justamente no importan tanto?
-
Importantes empresarios, políticos, artistas, etc. que comparecen de forma habitual en la televisión, algunas veces descuidan los aspectos más básicos de una buena educación.