Tratamientos. Reales, eclesiásticos y militares.
Los tratamientos tienen carácter honorífico y van unidos al rango del beneficiario, o a título personal, y pueden ser temporales o permanentes (es decir, con carácter vitalicio).
LOS TRATAMIENTOS.
La historia, los usos y las tradiciones indican la variedad de tratamientos con que se ha distinguido a personas e instituciones a lo largo de los siglos, en todo el mundo.
Los tratamientos tienen carácter honorífico y van unidos al rango del beneficiario, o a título personal, y pueden ser temporales o permanentes (es decir, con carácter vitalicio). Quien los recibe puede ser una persona física (un embajador o secretario de Estado) o un colectivo impersonal o institucional (un ayuntamiento).
A su vez, el beneficiario a título personal puede serlo por distintas razones: por el cargo que ocupa (alcalde) o por otros méritos (condecoración, grado académico, título nobiliario, etc.). Los siguientes son ejemplos de tratamientos españoles previstos por el protocolista Felio Vilarrubias:
Señor Don.
El más utilizado sin lugar a dudas es el tratamiento de Señor Don, dado a la mayoría de las personas como nosotros. Pero existe un uso erróneo y muy extendido de estos dos elementos por separado: utilizar el señor con el nombre de pila o el Don con el apellido. Así, señor Carlos o Don Rodríguez no suena bien. Debe utilizarse siempre el señor con el apellido y el Don con el nombre de pila, o la fórmula completa Señor Don con el nombre completo de la persona de que se trate.
Tratamientos reales.
1. Majestad, Su Majestad o Señor/a. Su abreviatura es S. M.
2. Su Alteza Real: príncipes, infantas de España y cualquier persona a la que el rey conceda este tratamiento. Por regla general, gozan de este tratamiento la familia de los reyes (tíos/as, primos/as, sobrinos/as, y en general todos los familiares de primer, segundo y tercer grados, aunque ésta no es una norma y puede haber excepciones). Su abreviatura es S. A. R.
Tratamientos eclesiásticos.
1. El Papa: Su Santidad, Santísimo Padre, Beatísimo Padre, Sumo Pontífice o Padre Santo, entre otros. Está permitido que estos tratamientos se usen para el Dalai Lama.
2. Cardenales: Eminencia o Eminencia Reverendísima.
3. Arzobispos: Excelentísimos o Reverendísimos Señores, o Excelencia Reverendísima. También se aplica al decano del Tribunal de la Rota, nuncios e internuncios apostólicos.
4. Obispos: Ilustrísimos Señores o Ilustrísima Reverendísima. También se otorga este tratamiento a los abades mitrados, y auditores, fiscales y defensores del nuncio.
5. Canónigos: Muy Ilustre Señor o Señoría. También se aplica a los vicarios de las diócesis.
6. Nuncios: Monseñor. También se utiliza con los delegados pontificios.
7. Párrocos y otras dignidades eclesiásticas, monásticas o cargos superiores de las religiones: se les da el tratamiento de Reverendos.
8. Priores: Ilustrísimo, así como a los vicarios generales castrenses.
9. Abades: Reverendo Padre. También se aplica a los padres de las distintas órdenes monásticas.
10. Abadesas: Reverenda Madre o también, en ciertos conventos, madre superiora.
11. Sacerdotes y monjas: Padre y Hermana, respectivamente. En determinadas congregaciones, en función de los votos hechos, pueden ser hermanos en vez de padres. Para las monjas existe asimismo el tratamiento de Sor.
Tratamientos militares.
1. Excelentísimo Señor: capitanes generales, tenientes generales y almirantes generales de división y vicealmirantes, generales de brigada y contraalmirantes. General de los Ejércitos.
2. Ilustrísimo Señor: coroneles y capitanes de navío, coronel y capitán de fragatas.
3. Señor: comandante y capitán de corbeta, capitán y teniente de navío, teniente y alférez de navío y alférez de fragata, así como el resto de las graduaciones desde suboficial mayor hasta soldado o marinero.
Es curioso el trato que recibe este estamento militar, en el que se utiliza "mi..." antes del cargo para referirse a ellos: mi General, mi Coronel... Y aún más curioso es que las señoras deben eliminarlo y utilizar solamente el cargo. Es notorio que el mi sólo es obligatorio para militares.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
No acostumbran los tratadistas a estudiar en sus manuales la importantísima cuestión de a qué personas y en qué situaciones debe darse el tratamiento de tú o de usted
-
El vocativo se utiliza para nombrar o dirigirse a otra persona, bien sea de forma oral o escrita.
-
Los tratamientos más habituales utilizados para las autoridades civiles y otros cargos
-
Qué tratamiento darle a una persona. Si dudamos en la utilización de un tratamiento, lo mejor es consultar, o poner el inmediato superior
-
El análisis, en su conjunto, se realiza en el español traído a América en la primera mitad del siglo XVI por nuestros colonizadores y conquistadores
-
"Como me trate de tú yo le tuteo también", se dice que comentó Santiago Carrillo cuando iba a ser recibido por el rey, en los momentos críticos de la Transición
-
Los tratamientos reales a lo largo de la historia de 1800 a 1900
-
Los tratamientos de cortesía más utilizados en la sociedad francesa son muy sencillos y fáciles de saber
-
Los tratamientos reales a lo largo de la historia de 1800 a 1900
-
La cortesía puede entenderse como un conjunto de reglas sociales establecidas por cada sociedad que regulan el comportamiento adecuado de sus miembros
-
Según algunos datos históricos, no siempre para dirigirse a los reyes se ha utilizado el tratamiento de Majestad
-
Los tratamientos debidos a personas que poseen una determinada condecoración