
¿Por qué nos gusta tanto aparentar y exhibir? Presumir de estatus: consumo conspicuo
Las compras de lujo están al alcance de muy pocos. Las exhibiciones de lo que compramos y de lo que tenemos están al alcance de cualquier persona desde la llegada de las redes sociales
protocolo.org - FP Pro
Redes sociales: escaparate del consumo conspicuo
El gusto por el exhibicionismo se ha incrementado de forma notable desde la aparición en escena de las redes sociales. Las personas exhiben sin ningún pudor sus compras, sus propiedades, sus pertenencias... hasta sus vidas. Ponen su vida en el 'escaparate' de las redes sociales.
Consumir para presumir y alardear
El consumo conspicuo consiste en gastar para demostrar a los demás un estatus. Tratan de impresionar a los que tienen menos e intentan diferenciarse de las personas de su misma 'escala social'. Los psicólogos pueden que le vean otras connotaciones.
El término de consumo conspicuo lo acuñó el sociólogo Thorstein Veblen. Definió este consumo como aquel que se hace para demostrar lujo, poder y estatus. Es un consumo superfluo y completamente prescindible.
Te puede interesar: La importancia de nuestra imagen personal. Qué imagen proyectamos a los demás (con vídeo)
Contrario a la creencia popular, este gusto por el exhibicionismo no compete únicamente a personas poco educadas o de un bajo nivel cultural. Presumir de estatus es una 'enfermedad' muy extendida entre todo tipo de personas. Con excepciones que confirman la regla.
El exhibicionismo se ha convertido en una profesión. Razón por la cual, hay tanta gente interesada en ese mercado. Muchas personas tratan de conseguir esas vidas idílicas, llenas de compras, privilegios y lujos... que únicamente les llevan a tener frustraciones y problemas de todo tipo. Este exhibicionismo es tan popular que lo han llegado a convertir en realities que ofrecen distintas plataformas.
Aparentar sin tener: 'vida conspicua'
En esta carrera sin meta del exhibicionismo -sobre todo en redes sociales- hay 'accidentes'. Personas que tratan de aparentar y de presumir de lo que no tienen o de lo que no son. Personas que tratan de crearse una vida paralela. Esto suele causarles importantes problemas personales y sociales.
No simplemente hablamos de alardear de cosas materiales, sino de vidas idílicas, familias ejemplares, trabajos espectaculares, etc., etc. Un auténtico teatro, montado y exhibido de forma pública para mostrar un escenario ideal de vida. Lo que no queda al descubierto es la tramoya de estas idílicas vidas. Vivimos en la era del gusto por mostrar nuestras vidas y pertenencias a los demás. Desde lo más sencillo a lo más extravagante. Y si no lo tenemos, lo inventamos o lo fingimos.
Terminamos con una cita de Alicia Michavila Díaz en la que hace referencia al vestuario. Perfectamente, podría ser aplicable en este caso: "aparentar lo que no somos, ocultar lo que somos y disfrazarnos de lo que queremos ser: esto es el vestido". El exhibicionismo en las redes sociales tiene mucho que ver con esta cita.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los asistentes al enlace deben llevar bien aprendida la lección y no olvidarse de ninguno de los puntos: ¿Cómo hay que ir vestido? ¿Cómo se saluda? ¿A qué hora hay que estar en la Iglesia?
-
La envidia tiene que ver mucho con el deseo de poseer algo que no tenemos
-
La mayoría de las personas con discapacidades psiquiátricas no son violentas pero necesitan ayuda, en ocasiones, para desarrollar sus labores cotidianas
-
La urbanidad se eleva al grado de virtud, y de la virtud mas útil y provechosa
-
La cortesanía no es solamente ornamento bellísimo de la vida cvil; es también una de las más excelentes virtudes
-
Personas con las que podemos conversar de temas generales, con las que podemos hablar de una forma distendida en algunos momentos, pero que no llegan a tener un vínculo demasiado estrecho con nosotros.
-
El protocolo se basa en principios fundamentales que le confieren ese poder para 'engrasar' los complejos engranajes de muchos actos
-
Contar con una serie de habilidades blandas nos ayudan a tener un buen juicio crítico
-
La risa es siempre acto espontáneo, no forzado por la voluntad.
-
Si tenemos que comunicar alguna queja podemos dejarla para el final de la fiesta, o podemos hacérsela saber a alguno de los organizadores, pero siempre de forma discreta y privada
-
Las insólitas, pero siempre atildadas, confesiones románticas de Frieda Holler, reina y señora de la etiqueta
-
Las personas amables nos levantan la autoestima, pero no siempre esa cordialidad es espontánea; a veces responde a una hábil estrategia para ganarse a los demás