No darse mucha importancia ¿por qué no darse mucha importancia? (con vídeo)
Ser importante conlleva una gran responsabilidad para la que muchas personas no están preparadas
No es bueno darse demasiada importancia a uno mismo. Ser importante conlleva una gran responsabilidad
Es muy importante tener una buena autoestima, tener seguridad... pero todo ello dentro de unos límites. Las personas que quieren ser muy "relevantes" o darse mucha importancia pueden caer en un verdadero trastorno de la personalidad. Son capaces de hacer cualquier cosa por ser "importantes" y eso les lleva a tener comportamientos poco normales.
¿Por qué hay tener cuidado con darse demasiada importancia?
Ser importante conlleva una gran responsabilidad para la que muchas personas no están preparadas. Por la misma razón creerse importante carga sobre las "espaldas" de esas personas una gran presión que les puede hacer llegar a tener un gran desequilibrio emocional.
Hay decenas de cosas que nos pueden hacer mejores que los demás pero no hay ni tan siquiera una sola que nos haga superiores a los demás
Hay un término medio entre no darse importancia y no saberse valorar. Tenemos que saber encontrar ese punto intermedio para poder ir por la vida con cierta naturalidad y sin considerarnos más valiosos que los demás. Hay que saber diferenciar entre ser mejores y ser superiores. Una persona puede ser mejor dibujante, mejor atleta, mejor programador, mejor escritor, etc. que otra, pero no es superior a nadie.
Es fundamental tener en cuenta que "hay decenas de cosas que nos pueden hacer mejores que los demás, pero no hay ni tan siquiera una sola que nos haga superiores a los demás".
Desde el punto de vista psicológico parece ser que está demostrado que la persona que se considera superior o tiene un complejo de superioridad en el fondo tiene un complejo de inferioridad que trata de ocultar.
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No hay que confundir darse importancia con hacerse valer. Podemos ser unos estupendos profesionales, personas muy preparadas y no hay que esconderlo a los demás. Para todo hay un término medio, hay que saber buscar el punto de equilibrio.
Rafael Santandreu, psicólogo y autor de libros de éxito como el titulado "El arte de no amargarse la vida", nos ofrece, como colaborador habitual del estupendo programa de RTVE "Para todos la 2", una serie de consejos para rebajar nuestro "nivel" de importancia, para que no seamos demasiado soberbios o "subidos de tono".
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