
Aprender a ser más felices. La estrategia para ser más felices (con vídeo)
A menudo pensamos que ser más felices de lo que somos es algo complicado. Pero, hay acciones y gestos muy sencillos que nos pueden hacer más felices, que nos pueden ayudar a sentirnos mejor
foto base StockSnap - Pixabay
Prestar más atención a las experiencias positivas
La sencilla estrategia para ser más felices según Elsa Punset
Las personas felices suelen ser más educadas y se relacionan mejor con los demás. La felicidad mejora las relaciones sociales y hace que la convivencia sea más agradable y cordial.
Aunque a menudo pensamos que ser más felices de lo que somos es algo complicado. Pero, hay acciones y gestos muy sencillos que nos pueden hacer más felices, que nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
Una estrategia sencilla para la felicidad
La gente más feliz es la gente que tiene más cosas positivas en su vida.
El fundador de la escuela de psicología positiva, Martin Seligman, quiso contestar a esta pregunta sobre la felicidad y realizó el siguiente experimento.
Escogió un grupo de 200 personas. Comparó el 10% de ellas que decía ser muy feliz, con el 10% que decía ser muy infeliz y también con las personas que están en el medio de estos dos porcentajes. ¿Qué comprobó? Que el 10% de las personas que se consideraban muy felices no tenían más eventos en sus vidas mejores que el resto de las personas del grupo.
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Todos tenemos cosas que no hemos hecho, deseos sin cumplir, personas que no nos han querido... pero entonces ¿qué distingue a esas personas que dicen ser muy felices de las que dicen no serlo? Que son buenas prestando atención a las cosas buenas que les pasan en la vida. Y por el contrario, no prestan tanta atención las cosas negativas que les suceden.
Por lo tanto, si creemos que no somos tan felices, solo tenemos que cambiar el foco de atención. Hay que dejar de fijarse tanto en lo negativo y focalizar más la atención en las cosas positivas, por pequeñas que sean.
Nuestro cerebro tiene dos 'sistemas' diferentes para los estímulos positivos y los negativos. La amígdala utiliza dos terceras partes de sus neuronas para detectar experiencias negativas. Cuando las encuentra, las almacena en la memoria a largo plazo. Es decir, nos cuesta olvidar lo negativo.
Para recordar lo positivo tenemos que almacenar esas experiencias durante más de 12 segundos.
El psicólogo Rick Hanson lo explica de una forma muy clara y gráfica: tu cerebro es como un velcro para las experiencias negativas y como el teflón para las experiencias positivas.
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Para contrarrestar este sesgo negativo del cerebro se necesita una estrategia. Y esa estrategia es la palabra ATENCIÓN. Basta con centrar la atención en lo positivo. Un truco para saber que se está centrando bien la atención: saborea la experiencia positiva, saborea las cosas buenas que te rodean.
Elsa Punset, escritora y divulgadora científica, colaboradora habitual del maravilloso programa de RTVE "Para todos la 2" nos ofrece, con su habitual sencillez y frescura, una simple estrategia para mejorar nuestra felicidad y aprender a ser más felices.
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