
¿Cómo superar la timidez social?
El poder de las habilidades sociales para vencer la incomodidad en reuniones
protocolo.org
8 pasos para relacionarse con seguridad y elegancia en cualquier evento
Existen hombres y mujeres retraídos, renuentes para relacionarse y con desmedidos temores cuando deben asistir a encuentros amicales, familiares o empresariales ajenos a su zona de confort. Es decir, les resulta difícil vincularse debido, entre otras consideraciones, a su escasa destreza social y carente autoestima. ¿Qué hacer en estas situaciones?
Ante todo, reitero el extraordinario alcance de las afamadas habilidades sociales y blandas. Estas favorecen y afianzan la interacción positiva, posibilitan el acercamiento y refuerzan la conexión humana. Su consolidación garantiza la autovaloración, la comprensión, la tolerancia, la empatía, la persuasión, la comunicación y hace realidad propósitos vitales: escuchar, conversar, preguntar, agradecer, congratular, presentarse y emprender una tertulia o cumplido.
En tal sentido, presento sugerencias tendientes a superar estos acontecimientos que, al aceptarse como habituales, representan un ineludible obstáculo en el desenvolvimiento y en la creación de conexiones individuales y profesionales. De allí la enorme envergadura de asimilar unos pasos para vencer tan apremiante condición y, por lo tanto, proceder con solvencia y distinción.
Te puede interesar: Cómo vencer la timidez de forma sencilla (con vídeo)
Ahora sí, expongo mis deliberaciones y reflexiones. Primero, llegue puntual a fin de evitar la aparente incomodidad de ser observado por los asistentes y, además, logrará que, conforme arriban, se aproximen para saludarlo. Así soslaya tener la presión de ofrecer el paso inicial. Al saludar es primordial mirar a los ojos, sonreír, dar la mano con seguridad, emitir unas agradables palabras y expresar apertura.
Segundo, acuérdese del refrán "donde fueres, haz lo que vieres". Contemple esta aseveración, especialmente, cuando el anfitrión exhibe diferentes tradiciones, costumbres, creencias ancestrales y religiosas. Éstas deben examinarse con detenimiento en un orbe tendiente a interactuar con ciudadanos poseedores de una composición heterogénea. Preste atención e imite lo que se ve a su alrededor, prescindiendo de actuar de manera peculiar.
Tercero, explore acerca de las características de los concurrentes con el afán de estar familiarizado e identificado. Este detalle puede ayudarlo bastante para hacerlo sentir bien y demostrar su integración colectiva. Recuerde: no siempre alternará con seres de similares aspiraciones e inquietudes. Tener un solvente potencial de adaptación es una necesidad en los tiempos modernos.
Cuarto, documéntese sobre variados y palpitantes contenidos políticos, culturales e internacionales para albergar un abanico de asuntos a tratar, en función de rasgos, expectativas y estatus de los participantes. Nunca sabrá si tendrá la inusual sorpresa de encontrar un invitado ilustrado -que rehúya triviales pláticas- capaz de abordar asuntos de profundidad intelectual. La conversación es un indicador de sapiencia y una excelente carta de presentación, escasamente valorada en una sociedad lastimada por la inopia.
Quinto, acuda con una actitud mental positiva. Imagine las oportunidades a su alcance, los prójimos con los que intimará, los divertidos y enriquecedores instantes que compartirá, la amena charla que tal vez logre sostener y los enlaces de negocios, sentimentales o amicales que le esperan. Vislumbre como un acierto el acto que, en principio, le genera visibles recelos. Propóngase a frecuentar una esfera distinta del mundo.
Sexto, acérquese a departir con los que despierten aptitud abierta, acogedora y de preferencia que le hayan, previamente, presentado. Siempre existen invitados deseosos de alternar. Esquive el temor de propiciar una aproximación: una forma sencilla es referirse a la cercanía con el anfitrión. Es un infalible y simpático punto de partida.
Séptimo, sea consciente de la transcendencia del lenguaje corporal y los buenos modales. Proyecta un semblante agradable, apropiada vestimenta, cortesía, espontaneidad, renuncie gestos de desconfianza hacia seres de disímiles edades, procedencias y actividades. Muestre interés alejado de prejuicios, complejos o limitaciones. Tenga presente: la etiqueta social irradia elegancia, afirma el temple, genera simpatía y singulariza.
Octavo, olvídese de su celular por unos momentos. Obvie usarlo para intentar disimular su disminuida disposición de correspondencia interpersonal. En estas épocas es común advertir damas y caballeros -huérfanos para involucrarse con las personas- que apelan a su teléfono móvil como un antídoto. Ese gesto acentúa su ridiculez, impertinencia, precaria educación y, al mismo tiempo, describe su aislamiento y estrechez. Hace inocultable y vergonzosa su exclusión.
protocolo.org
Un comentario, entre paréntesis: lleve un tarjetero con sus tarjetas. Será un gesto distinguido, proporcionar la suya cuando surge la voluntad de continuar el trato con quienes alternó. Aconsejo un diseño y letra coincidentes con su estilo; esquive, adornos, esbozos y textos recargados. En el ámbito social, la señora dará la suya al señor, para que este la pueda entregar. Acuérdese: "tarjeta que se recibe, tarjeta que se retorna". Jamás, fomente su intercambio en una mesa durante el consumo de alimentos. Hágalo al concluir la velada. Al día siguiente, escriba un mensaje.
El desarrollo de nuestros quehaceres exige una activa interacción. Es una forma de alternar amistades, ampliar nuestro entorno, enlazarnos con probables clientes, proveedores, aumentar expectativas laborales, enaltecer nuestra red de contactos, entre un sinfín de beneficios. Si somos incapaces de superar aquellos frecuentes miedos, consecuencia de la ausente solvencia en la personalidad, tendremos una barrera invencible.
Culmino citando las convenientes palabras del periodista y antropólogo peruano Jaime de Althaus, expuestas en el fascinante libro "Todo lo que las RELACIONES PÚBLICAS pueden hacer de ti...y no lo sabías" (Lima, 2020) de Úrsula Vega Benavides:
"...Tener que acercarse a alguien que no conoces bien o, incluso, que no te cae bien es, para mí, por lo menos, difícil. Un verdadero esfuerzo. Pero que, finalmente, produce resultados constructivos: enriquece tu visión de las cosas y tu capacidad de comunicación con otros seres. Contra lo que mucha gente opina, el mercado al final te hace más humano. Consolida la sociedad. La hace".
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La mayoría de las partes de nuestro cuerpo pueden servir para comunicar, unas de una forma consciente y otras de una forma menos consciente o espontánea
-
Muchas de las personas que faltan al respeto son personas poco empáticas, personas que no saben ponerse en lado del otro para ver que siente
-
Los funcionarios no respetan el protocolo a la hora de vestir para actos oficiales.
-
Los gestos de reconciliación tienen su momento. Hay que elegir el momento oportuno para comenzar este proceso de reconciliación
-
Tener personalidad consiste en ser una persona 'diferente' en cuanto a un conjunto interno y externo de características que le hacen a esa persona ser singular
-
El momento de pagar la cuenta puede resultar un poco incómodo cuando no se habla de forma clara. Si hay una buena comunicación entre la pareja, no debería resultar un problema el decidir la forma de pagar la cuenta
-
Los cambios de los usos y costumbres de la ciudad de Madrid durante el siglo XVIII
-
Una persona educada es una persona que tiene una capacidad de criterio, una formación que le permite saber actuar en las situaciones que se le presentan
-
La comunicación refleja mucho más de lo imaginado a simple vista. Al conversar somos colocados en una "vitrina de observación" que trasluce elementos tan interesantes como la autoestima, el carácter, la tranquilidad anímica...
-
Casi todo el mundo ha experimentado alguna vez en su vida el sentimiento de la rabia o de la envidia
-
Universal etiquette for real people (Etiqueta Universal para Gente Real) se llama su obra por la que obtuvo el galardón en la Cumbre de Educación, en Washington (Estados Unidos) por la Cámara de Comercio Colombo Americana
-
Si alguna vez se siente inseguro acerca de qué hacer o decir a una persona con una discapacidad ¡simplemente pregunte!