
Salir de un espectáculo. ¿Cómo dejar nuestro asiento y cuándo salir?
En algunas ocasiones el patio de butacas parace que ha sido azotado por un huracán por el estado en que lo dejamos los asistentes a un espectáculo.
protocolo.org - FP Pro
Termina el espectáculo. ¿cómo salimos del teatro o recinto sin molestar?
La mayoría de las salas de espectáculos, como cines y teatros, cuentan con fila de asientos que no suelen tener mucha distancia entre ellos. Por esta razón, el movimiento de personas que entran y salen no suele ser demasiado cómodo.
Termina la sesión de cine o la función de teatro ¿cómo salimos de forma correcta?
Pues, como nos decían en el colegio, con orden y concierto. Es decir, debemos esperar a que salgan las personas que se encuentra más cerca del pasillo. A medida que va quedando libre nuestra fila de asientos debemos salir y no esperar sentados cuando tenemos personas a nuestro alrededor.
Salvo que haya una razón importante, no debemos salir apresuradamente, pasando por delante de las personas que aún no se han levantado de su asiento, o que lo están haciendo, mientras recogen sus cosas.
Te puede interesar: Hacer cola. Esperar el turno. ¿Cómo comportarse en una cola?
Si tenemos prisa, sobre todo en los espectáculos en directo, y el momento de los aplausos se alarga más de la cuenta, podemos salir con mucho cuidado, aunque no es una opción demasiado correcta si nos atenemos a lo que dictan las normas de cortesía y buena educación. Es 'hacerle un feo' a los artistas o actores se que se encuentran en el escenario. Lo apropiado sería salir cuando ya se hayan retirado.
Otra opción, si no molestamos al resto de los espectadores, es esperar pacientemente en nuestro asiento hasta que el recinto se haya vaciado de gente, y salir cómoda y tranquilamente, abandonando los últimos el recinto.
Lo que si debemos hacer, salgamos o no, es facilitar que salgan el resto de espectadores de nuestra fila. Por lo tanto, si optamos por quedarnos, debemos levantarnos de nuestro asiento para facilitar que pasen las personas que quieren salir. Es una cuestión de civismo y de cortesía, nada más.
Por último, antes de abandonar nuestra butaca debemos comprobar que no se nos olvida nada, que dejamos todo como estaba (nada de dejar el asiento con papeles, bolsas, etcétera, o con restos de alimentos como migas, trocitos de patatas u otros snacks, cáscaras, etcétera). Debemos dejar la butaca, plegada, si no son asientos que se pliegan de forma automática al levantarnos.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Las tradiciones en las bodas juegan un importante papel antes, durante y después de la ceremonia
-
Las segundas nupcias son algo habitual entre las personas que se han quedado viudas. Pero la etiqueta nos dice que la boda puede ser algo distinta a la primera
-
En casa ajena, un asiento libre no quiere decir que esté a nuestra disposición. Tampoco en algunos establecimientos podemos saber si algunos asientos están libres sin preguntar
-
Entre los invitados puede haber alguno de esos que suele protestar por la comida o por cualquier otra cosa.
-
Es habitual ver y escuchar en los medios de comunicación hablar sobre las actividades de los reyes. Pero se suele confundir los términos de Familia Real con Familia del Rey
-
Hacer la lista de invitados puede ser una tarea complicada si hay que seleccionar pocas personas. Incluso, si son muchas, hay que saber escoger bien
-
Lo primero que hay que hacer al llegar a la fiesta, es dejar todas nuestras prendas de abrigo y complementos que no necesitemos
-
Saber desenvolverse con soltura al llegar a la empresa es una forma de mostrar seguridad en nosotros mismos. Una persona asustada, nerviosa o titubeante puede dar una mala imagen de sí misma
-
Los platos en la mesa y sus movimientos pueden variar en función de diversos factores
-
Una fiesta con amigos se puede hacer, prácticamente, en cualquier sitio. Pero si queremos algo especial el lugar también debe serlo
-
Los espacios públicos, como su nombre indica, son para compartir y disfrutar, pero no para estropear o deteriorar. Por esta razón, hay que dejarlo todo igual o mejor de lo que estaba para que puedan disfrutarlo otras personas
-
Las calles no siempre están están en perfecto estado o bien nosotros no vamos muy atentos y tropezamos con una adoquín que sobresale, con un pivote, etcétera