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Reglas etiqueta para disfrutar de una parrillada o barbacoa

No solo podemos molestar haciendo ruido. También el humo, los olores... pueden ser una molestia

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Unos amigos haciendo una barbacoa y tomando una cerveza
Reglas etiqueta barbacoa o parrillada. Unos amigos haciendo una barbacoa y tomando una cerveza

Una barbacoa produce olores, los humos... no solo "contamina" el ruido

Cómo evitar molestias a los vecinos cuando organizamos una barbacoa o parrillada

Hacer una parrillada o una barbacoa supone hacer fuego, con el consiguiente peligro que ello conlleva. Lo primero de todo, elegir un sitio seguro y despejado. En el campo, ya están prohibidas en muchos lugares, pero aunque la hagamos en nuestra terraza, o jardín, o bien en un camping, siempre lejos de elementos que puedan arder con facilidad, como la tela de la tienda de campaña, las ramas de un árbol que están casi encima de la barbacoa o parrilla, la cercanía de un toldo en nuestra terraza o jardín, etcétera.

Si hacemos esa barbacoa o parrillada fuera de casa, suele haber zonas habilitadas para las barbacoas, en los merenderos de las piscinas, al lado del río o en los campings donde poder hacer la comida sin mucho peligro.

Si vamos por libre, colocaremos nuestra barbacoa en un sitio donde el viento no lleve el humo y el olor hacia donde están otras personas. Si fuera preciso moveremos la barbacoa o parrilla si hace falta.

Si estamos en un espacio reducido como un camping, no debemos ponernos a cocinar al lado de la otra parcela, mejor lo más alejados posible, detrás de nuestra tienda o caravana, etcétera. Nos pondremos en un lugar donde sea seguro (zona bien nivelada y despejada) y donde menos molestemos a nuestros vecinos.

El cocinero o las personas que estén al mando de la barbacoa o parrilla no deberían estar desnudos, para evitar quemarse con las chispas y brasas que pueden saltar. Tampoco es adecuado utilizar prendas demasiado sueltas, pañuelos, etcétera. Puede que un golpe de viento nos las pueda mover hacia el fuego de la parrilla y prenderse, con la gravedad que eso acarrearía.

Los niños, por supuesto, siempre bien alejados de la parrilla o barbacoa.

Por último, recordar que si hacemos una barbacoa o parrilla en unas instalaciones públicas debemos dejarlo todo bien limpio y recogido. A nadie nos gustaría llegar y encontrarnos una parrilla o barbacoa sucia o rota. Un poco de civismo y buena educación.

 

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