
Los invitados quejicas. Los invitados tiquismiquis. Cómo lidiar con los invitados quisquillosos
Entre los invitados puede haber alguno de esos que suele protestar por la comida o por cualquier otra cosa.
protocolo.org - FP Pro
Los invitados más difíciles: quejicas, remilgosos, tiquismiquis... ¿cómo tratar con ellos?
El invitado remilgoso, es una persona que podemos encontrar en muchas celebraciones, fiestas o reuniones. Es ese tipo de persona que no para de quejarse por todo. A todo le pone alguna pega. Veamos cómo podemos tratar con ellos.
Cuando invitamos, ya conocemos cómo son nuestros amigos y familiares. El 'problema' surge cuando invitamos a personas que apenas conocemos -un nuevo vecino, un compañero de trabajo recién incorporado a la empresa, etc.-. Aquí es donde pueden surgir las sorpresas.
Cómo lidiar con invitados quejicas y remilgosos
Lo mismo que hay invitados muy educados, hay invitados muy protestones. Son poco dados a la prudencia en sus manifestaciones. Se quejan de casi todo, sin razones evidentes o sin una causa aparente.
Te puede interesar: Consejos para ser el invitado perfecto. Invitados con buenos modales
Si tenemos la mala suerte de contar con uno de estos invitados, hay que hacerle el caso justo. Escucharle para que no se considere desatendido. Pero no puede ser el centro de atención nuestra, ni de la fiesta o celebración.
La hora de la comida suele ser la peor
Si algo de la comida ofrecida no le gusta, se le puede ofrecer una opción alternativa. Algo que no trastoque nuestros planes como anfitriones. Una tortilla francesa, unos huevos revueltos o algún plato de fácil preparación. También se le puede ofrecer repetir de alguno de los platos del menú que más le han gustado de todos los ofrecidos.
Si no podemos ofrecerle algún otro plato opcional, podemos indicarle que no es necesario que deje el plato vacío. Lo podemos retirar sin que lo haya comido. Pediremos amables disculpas, aunque no sea nuestra culpa: 'Siento que no te haya gustado'.
Si las protestas vienen por otro motivo, que no sea la comida, escucharemos y recogeremos sus quejas, indicándole que tomaremos las medidas oportunas para tratar de solucionarlo. Es muy posible que a una persona muy remilgosa o tiquismiquis no se la vuelva a invitar. Entrará en la 'lista negra' de los eventos sociales.
Por último, lidiar con este tipo de personas requiere de mucha paciencia y mano izquierda. No debemos perder los nervios bajo ninguna circunstancia. No soluciona el problema, sino que lo agrava.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El orden de servicio puede hacerse por diversos criterios a elegir por los anfitriones. Estos criterios suelen ser tan sencillos como la edad o la utilidad
-
Una llamada de teléfono puede ser tan inoportuna como una visita sorpresa. La única ventaja es que la llamada de teléfono la podemos ignorar. La visita, no
-
La cortesía no debe perderse amparándonos en las prisas y la vida tan acelerada que hay en las grandes ciudades. Los gestos de cortesía mejoran la convivencia
-
Cada cubierto debemos utilizarlo adecuadamente en función del tipo de alimento servido y de su preparación.
-
Los cubiertos no debemos dejarlos en cualquier lado al terminar de comer. Mucho menos, encima del mantel
-
Los cubiertos de mesa se debe sujetar por el mango, y de una forma determinada
-
Las calles no siempre están están en perfecto estado o bien nosotros no vamos muy atentos y tropezamos con una adoquín que sobresale, con un pivote, etcétera
-
Los novios, en algunas ceremonias nupciales, suelen llevar un pequeño cortejo de personas no tanto a la entrada como sí a la salida
-
El número de copas a poner en una mesa depende de varios factores. Entre ellos, de los tipos de vinos que se van a servir
-
Los novios son los protagonistas principales de una boda, por lo que no es correcto querer destacar más que ellos para ser el centro de atención del resto de los invitados
-
Las invitaciones y los regalos van muy de la mano. Aunque no siempre hay que hacer un regalo dependiendo del tipo de invitación que recibamos
-
La bebida debemos tomarla con cierta moderación. No es lo mismo tomar un trago con alcohol que una bebida sin alcohol