¿Cómo comportarse en un automóvil? Pasajeros exigentes
Los pasajeros de un automóvil deben respetar las reglas o normas que tenga el dueño del vehículo.
Los pasajeros de un vehículo, ¿pueden ordenar y mandar como si fueran los dueños del coche?
Las críticas y exigencias al conductor por parte de los pasajeros
Cuando viajamos en un vehículo que no es el nuestro, debemos aceptar las normas o recomendaciones que el dueño de ese automóvil tenga. Es aconsejable dar a conocer estas 'exigencias' antes de comenzar cualquier tipo de viaje o hacer cualquier otro tipo de trayecto.
Podemos dividir estas reglas o normas en dos sencillos grupos:
1. Normas negociables.
2. Normas no negociables.
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Las normas que se pueden negociar o consensuar
Como hemos dicho el propietario del automóvil es el 'dueño y señor' que marca las reglas, pero hay algunas que pueden ser negociables. Una de las más habituales que se suele negociar es el tipo de música y el volumen a la que se pone. Se suele elegir entre todos los pasajeros. Lo mismo ocurre con el tema de la calefacción o el aire acondicionado.
Otro punto en el que se suele buscar el consenso general, es el tema de las paradas. Se pueden planificar antes de salir de viaje o bien se pueden ir improvisando por el camino, cuando la mayoría esté de acuerdo.
El tema de compartir los gastos más que una regla, es un acuerdo económico que se hace antes de comenzar el viaje.
En general, suelen ser negociables casi todas las reglas aunque algunas, como veremos ahora, suelen ser estrictas y no abiertas a negociación en la mayoría de los casos.
Las normas que no se pueden negociar -casi nunca-
Fumar o comer en el coche. El tema del tabaco suele ser innegociable para la mayoría de los conductores. Molesta, deja olor en el coche e incluso puede afectar a los ojos. El tema de la comida, como tal, tampoco suele ser bien aceptado. Todos conocemos a esas personas que quieren más al coche que a su familia. Si le manchan la tapicería del automóvil le dan el disgusto de su vida.
El cambio de conductor. Esta norma puede estar en las negociables dependiendo de cada conductor. Si es de los que acabamos de nombrar, que quiere más al coche que a su familia, no dejará que lo conduzca otra persona. Si es un trayecto largo, lo más normal sería que hubiera un cambio de conductor cada cierto tiempo.
Los pasajeros de un vehículo, pueden opinar y proponer pero no ordenar ni imponer. También, los pasajeros deberían de abstenerse de hacer ciertos comentarios, sobre cómo tiene el coche decorado, sobre la forma de conducir o sobre cualquier otro aspecto general. Es muy latoso tener a una persona durante todo el viaje, diciendo dale más gas, adelanta a ese coche, no has visto el semáforo, cuidado con la curva, etcétera. Y qué decir de los que además dan la lata solicitando continuas paradas a tomar un café o para ir al baño. No hay que ser latoso como un niño pequeño, salvo que haya alguna razón especial o médica de por medio.
Resumiendo, cualquier petición se tenga que hacer al conductor del automóvil hay que hacerla más como un ruego o un favor que como una orden. Se debe hacer cualquier solicitud utilizando la expresión "por favor", a la vez que daremos la gracias por ello. Si se trata de hacer una parada, lo debemos pedir con cierta antelación para que el conductor pueda tener tiempo para planificar esta interrupción del viaje. Todo acuerdo debería ser consensuado, para evitar imposiciones que puedan generar tensiones o conflictos.
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