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Todos los artículos de Libro
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Decreto declarando las exenciones concedidas a los Ministros y Agentes Diplomáticos extranjeros em el Perú.
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Resgistro de los españoles presentados en los Consulados y Viceconsulados de S.M. en el extranjero. Modelo 2.
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Capítulo primero del Reglamento de la Carrera Consular. De los empleados consulares en general.
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Capítulo segundo, del Reglamento de la Carrera Consular. De las funciones de los empleados consulares.
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Capítulo tercero del Reglamento de la Carrera Consular. Del ingreso de los empleados en la Carrera Consular.
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Capítulo cuarto, del Reglamento de la Carrera Consular. Del término para tomar posesión de los destinos y de los viáticos.
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Capítulo quinto, del Reglamento de la Carrera Consular. Del término para tomar posesión de los destinos y de los viáticos.
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Capítulo sexto, del Reglamento de la Carrera Consular. De las correcciones disciplinarias y de los procedimientos gubernativos y judiciales.
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Capítulo séptimo, del Reglamento de la Carrera Consular. De las cesantías, jubilaciones y derechos pasivos de los empleados consulares.
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Capítulo octavo, del Reglamento de la Carrera Consular. De los escalafones de la carrera consular.
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Capítulo noveno, del Reglamento de la Carrera Consular. De los honores, uniformes y condecoraciones de los empleados de la Carrera Consular.
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Es absurda la opinión vulgar de que no ocupándose más que de bailes y de teatros, de conciertos y de paseos, pueda llegarse a adquirir la práctica y los conocimientos del verdadero diplomá¡tico.
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La obra, pues, que vamos a presentar al público se compondrá de cuanto pertenece al modo de presentarse y de conducirse en el mundo.
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La reunión de gentes de primera clase no se debe llamar buena compañía en el sentido general de la frase, a menos que esté acreditada de tal en el público.
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No hay cosa más importante ni más preciosa que la reputación; y así el quitarla a otro es muchas veces mayor delito que ofenderle en su hacienda o en su persona.
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La galantería exige sin embargo, que un caballero ofrezca atentamente su puesto a una señora que le tuviese menos cómodo.
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Anécdota sobre el capricho de un soberbio embajador que costó muchas vidas al pueblo.
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Santos son nuestros templos y el cuidado de estos lugares bendecidos o consagrados para el culto divino.
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Una ligera explicación de ciertos usos y costumbres de la Corte española.
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La cortesanía no es solamente ornamento bellísimo de la vida cvil; es también una de las más excelentes virtudes
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¿Qué obligación y respeto debemos a nuestros padres?
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Si los vínculos de la sangre os imponen esta obligación, no hay motivo alguno para que os dispenséis.
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Si un carruaje se halla atravesado de tal modo que no deja más que un estrecho paso entre él y las casas, no debéis dar de codo ni apretar groseramente a los transeúntes a fin de caminar deprisa.
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Generalmente se cree a los artistas muy propensos a la envidia y para huir de esta acusación, conservando no obstante el derecho de manifestar su pensamiento, deben alabar con interés lo que les parezca bien.
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Fuera de las muestras ordinarias de deferencia que debemos prodigar a nuestros padres, existen otros testimonios particulares de los que nos ofrecerá ocasión el amor que les profesamos.
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Si la urbanidad es necesaria en general, no es menos indispensable en particular.