
Urbanidad, saludos y presentaciones.
El saludo a una persona es una muestra de cortesía y buena educación.
Urbanidad, saludos y presentaciones.
Para saludar a una persona, después de habernos descubierto la cabeza con la mano derecha, inclinaremos humildemente el cuerpo, diciendo:
"Dios guarde a Vd., caballero o señora, a usia, etc.";
o bien otra salutación analógica.
Cuando vayamos con prisa, cuando haya poco tiempo que hayamos visto a la persona que encontremos y cuando ésta nos sea muy superior en calidad, podremos saludarla sin detenernos. En este caso nos quitaremos el sombrero con la mano izquierda, si la tal persona pasase por la derecha.
Después de preguntar a una persona por su salud, dicta la urbanidad que le preguntemos también por la de su familia, y le encarguemos expresiones para ésta si la tuviésemos nosotros conocida.
Para, asirse de las manos dos personas, deben tener la precaución de quitarse el guante; y si prescinden de esta fórmula, por causa de intimidad, deberán decir:
"Salvo el guante".
En vez del saludo, se acostumbra demostrar sumisión a la persona a quien debiéramos dirigirlo, diciendo:
"A los pies de Vd., señora"; "beso a Vd. la mano, caballero".
-
16623
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
En España, como en otras monarquías modernas, la etiqueta y la ceremonia se combinaban con las artes de la pintura y la arquitectura, las artes decorativas y la literatura y la música...
-
Hablar con otras personas requiere tener algunos conocimientos sobre cómo manejarse de forma correcta en una conversación
-
Si no os es dado libertaros de la conversación de semejantes gentes, abandonadles.
-
La suposición, modo ya envejecido, y las más de las veces algo cándido, tiene por objeto aumentar la fuerza del razonamiento y convencer a la persona que nos escucha
-
En la mesa es donde se ve la torpeza y mala educación del hombre que no es buen gastrónomo
-
Los puntos principales de los artículos sobre las habilidades, los hábitos malos y la mentira.
-
El corte de la piezas de carne era una arte muy apreciado en la sociedad de principios del siglo XX
-
De las condiciones que la cortesía pide que acompañen a las palabras.
-
No hay cosa más fácil, como ya se ha dicho, que dar consejos, ni más difícil que tomarlos.
-
Es gran descortesía impacientarse en el juego, cuando a uno no le salen las cosas como quisiera.
-
Debe ir a dar la bienvenida a los vecinos recién llegados. Lo ideal es que esta visita se haga durante las primeras veinticuatro horas de estancia en la nueva residencia.
-
Aquella de las lectoras que no sepa a ciencia cierta el valor y el significado de una voz extranjera, la que no conozca a fondo una lengua, debe abstenerse en absoluto de emplear ese término