
Manera de portarse en la escuela.
Los profesores son como nuestros padres en la escuela, a los que debemos hacer caso en todo lo que nos dicen y a los que debemos respetar.
El comportamiento en la escuela.
¿Cómo debe mirar la niña a sus maestros?
Como a sus segundos padres, porque le dan educación, la enseñan muchas cosas útiles, de inapreciable valor, y cultivan su espíritu, enriqueciéndole con saludables ideas y conocimientos.
¿Cómo ha de escuchar las advertencias y explicaciones que le dirijan?
Con respeto profundo y con verdadera atención, obedeciéndoles con prontitud y buen deseo y procurando no molestarles con quejas, denuncias o preguntas que les molesten o distraigan.
¿Deberá la niña poner en conocimiento de su maestra las faltas que en la escuela cometan sus compañeras?
Sólo deberá hacerlo en el caso de que la maestra le haya conferido la vigilancia de la escuela o de alguna de sus secciones; así como también en el caso de que una o varias de sus compañeras la molesten a pesar de sus ruegos y la distraigan de estudiar o de oír las explicaciones. En el caso contrario, si hace denuncias por cosas que no la importan y por el solo deseo de que castiguen a sus compañeras, merecerá con justicia el feo calificativo de acusona.
¿Cómo debe portarse la niña en la escuela para seguir las reglas de la urbanidad?
Al entrar en el colegio saludará respetuosamente a la maestra o a los Profesores, si los hay; ocupará enseguida su puesto y empezará a hacer sus labores o los trabajos que se le hayan encargado sin trabar conversación con sus compañeras. Además, deberá llevar bien aprendidas sus lecciones para saber contestar cuando su maestra o instructora la pregunte.
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Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
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En una visita, cuando nos ofrezcan comidas o bebidas, las aceptaremos después de alguna instancia.
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Al llegarse a una persona, ya sea que se va a visitarla, ya que se la encuentre, es descortés gritarle en voz alta.
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Para mantener la cabeza cortésmente hay que tenerla derecha, sin bajarla ni inclinarla a derecha o izquierda.
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