
Respeto a los padres, maestros y mayores.
El niño mirará siempre con horror tod acción o palabra, que de a entender desobediencia, desprecio, burla o poca atención a sus padres.
Respeto a los padres, maestros y mayores.
El cuarto mandamiento del Decálogo nos intima con estrechez la reverencia y respeto para con nuestros padres; es el primer precepto, que se nos impone, en la segunda tabla de la Ley de Gracia, y al que debemos el más exacto cumplimiento, después de los tres preceptos de la primera tabla, que se refieren a Dios.
El niño mirará siempre con horror tod acción o palabra, que de a entender desobediencia, desprecio, burla o poca atención a sus padres. Les besará la mano cuando entre en casa, o los encuentre en cualquier parte; hablará modesto, y en su presencia en nada replicará, ni menos responderá con altanería o soberbia.
Hará, sin repugnancia, cuanto le manden, no siendo contra la ley divina. No hablará mal de ellos, ni tomará sin su consentimiento cosa alguna de casa.
A los maestros prestará el mismo respeto y subordinación, reverenciándolos como a los padres; pues de ellos recibe el sustento del alma, que es la buen doctrina e instrucción. Será falta de reconocimiento no quitarse el sombrero, cuando los encuentra en la calle, o no besarles la mano, si lo permiten. Cumplirá, en cuanto pueda, con exactitud sus órdenes y leyes establecidas en la escuela; y en fin, medirá las palabras y acciones, como que está hablando con la persona de más respeto, no haciendo cosa, ni hablando palabra que pueda ofenderle.
Fuera de los oficios propios de hijo y discípulo, todavía le restan otros en la sociedad. Como cuidadanos tenemos por padres y superiores al Rey, a sus Magistrados y a sus Ministros, a quienes estamos obligados a reverenciar y obedecer, todo lo que ordenen.
Júntamente, tendrá el niño por mayores a todos los que por su edad, saber y dignidad tienen algún ascendiente sobre él; de manera que el estado de la niñez será para él, todo el respeto y subordinación, porque todos o los más son sus superiores fuera de otros niños de su clase.
-
16051
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Equitación. Al tiempo de montar, no se han de tomar las riendas ni demasiado cortas ni demasiado largas.
-
Aquella de las lectoras que no sepa a ciencia cierta el valor y el significado de una voz extranjera, la que no conozca a fondo una lengua, debe abstenerse en absoluto de emplear ese término
-
Hay hombres instruidos que hacen vanidad de su saber, hablando siempre en tono magistral, y decidiendo sin apelación.
-
Las diversiones corpóreas que prevalecieron en los pasados siglos nos dan por resultado conquistas, agresiones, saqueos y supercherías proclamadas como acciones honoríficas.
-
Antes de sentaros a la mesa debéis lavaros las manos si no las tenéis muy limpias.
-
La conclusión de una carta familiar era en otro tiempo un negocio de importancia; hoy se pone menos cuidado, y con mucha razón.
-
Ser bien educado en las relaciones con los demás es algo que debe aprender un niño en cuanto empieza a compartir su tiempo con otras personas
-
Es totalmente contrario a la cortesía pedir de beber el primero, a menos que sea uno el más importante de los comensales.
-
La imitación cuando es burla no es un comportamiento correcto ni educado. Hay que imitar a las personas urbanas y de buena crianza.
-
El paseo es un ejercicio decoroso que contribuye mucho a la salud del cuerpo y deja el espíritu mejor dispuesto para los ejercicios que le son propios.
-
Ver todas las cosas con claridad perfecta, descubrir los móviles reales que se ocultan tras apariencias engañosas, encontrar el odio bajo la lisonja, la ruindad bajo mentida nobleza...
-
Un bautismo es una fiesta para el padre, la madre, los abuelos y los niños