
El saludo en sociedad.
Fraseología urbana para las principales ocurrencias de la vida social.
El saludo en sociedad.
Para saludar se inclinará modestamente la cabeza, usando de esta expresión: "Beso a Vd. o Vds. la mano"; y si fuese una señora catalana la que se dirigiese a otra persona de este Principado, se dirá: "servidora de Vd."; "Dios guarde a Vd."; "buenos días, tardes o felices noches". Luego se preguntará por su salud con una de estas frases: "¿Cómo está Vd.? o ¿cómo lo pasa?" y después de habérsenos contestado: "perfectamente o a la disposición de Vd., o muy bien gracias"; "¿Y la familia no tiene novedad?, para servir a Vd.", y pasaremos a tomar asiento en la silla que nos haya ofrecido la persona que nos recibe.
Mas si el asiento fuera de preferencia, por ejemplo, un sofá u otro fijo, no debemos ocuparlo sin una ligera demostración de repugnancia, y solamente después que nos lo haya rogado por segunda vez alguno de los dueños de la casa.
Los lugares distinguidos que debemos ofrecer a una persona superior o a la que deseamos obsequiar, son: en una sala, el sofá, según queda advertido; en un palco, los asientos de enfrente, y entre éstos los de los ángulos, especialmente aquel desde el cual se ve la función sin volver la cara; en un coche, la testera o los asientos de adelante, prefiriéndose los ángulos, sobre todo el de la derecha; por último, en la mesa lo es la cabecera, y luego el sitio opuesto.
-
12893
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Si una persona de poco tacto llegare a ponernos en el caso de dirigir la palabra a otra con la cual estemos mal avenidos, hagámoslo de una manera cortés y afable
-
Cuando tengas autoridad o derecho para mandar a otros hombres y verás que las órdenes que expidieres con señorío y dulzura al mismo tiempo serán con agrado y aplauso recibidas.
-
Las reglas de urbanidad son las que fomentan y conservan las sociedades.
-
Parece a primera vista que nuestras pasiones y vicios deben dañar solamente a nosotros mismos; pero al mismo tiempo que nos depravan, son funestos a los que nos rodean.
-
En la comida llamada de petitorio, ofrecida por los padres de la novia, deben reunirse los miembros más próximos de su familia
-
Las tareas que debe hacer el niño bien educado al levantarse de la cama
-
Una Madreselva, puedo ofrecerte un tesoro, porque escondo en mi seno los lazos del amor
-
Las personas maleducadas no son bien vistas en sociedad y ni en cualquier otro ámbito,
-
Se debe particularmente cuidar de tener siempre los vestidos muy limpios: la modestia y la urbanidad no pueden soportar nada de suciedad ni de negligencia
-
No hay que entrar con la capa puesta en un lugar donde se hallen personas relevantes.
-
El hombre amable debe ante todo tener un carácter movible que se preste a todos los gustos.
-
La vanidad contribuye a hacer más activo el estímulo de la curiosidad, porque hay una satisfacción en poder decir, yo lo sé, yo lo he visto.