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Vestuario para la fiesta de Navidad de la empresa
Cada empresa y cada grupo es libre de "exigir" o recomendar un vestuario determinado para la ocasión
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La fiesta de Navidad de la empresa. ¿Qué me pongo?
Qué ponerse para una cena de Navidad que organiza nuestra empresa puede ser una decisión difícil, pero afortunadamente hay algunas pautas muy sencillas y útiles que podemos seguir o tomar como referencia. Según el estilo de cada persona, hay muchas maneras de vestirse para la cena de Navidad de nuestra empresa. Vamos a ver unas cuantas opciones. La clave está en encontrar un equilibrio entre la elegancia, la sobriedad y un toque festivo, evitando los excesos y adaptando el atuendo al tipo de evento y al horario del mismo.
Una vez confirmada nuestra asistencia a la fiesta de Navidad de la empresa, surge la inevitable pregunta: ¿Qué me pongo? ¿Será de etiqueta? Son algunas de las preguntas que nos surgen en esta y en otras fiestas a las que nos invitan. Si hay una invitación por escrito, debemos asegurarnos si se indica algo acerca del vestuario. En caso afirmativo, ya no tendremos que 'pensar' tanto lo que nos vamos a poner.
Si no se indica o dice nada cuando nos invitan, lo primero de todo es conocer dónde tendrá lugar la fiesta y las costumbres que tiene la empresa en lo referente a este tipo de celebraciones. En las empresas que suelen vestir un estilo muy formal durante todo el año, les suele gustar vestir mucho más desenfadado y con un look más informal o deportivo en la fiesta de Navidad. Es el momento de comprobar como son los compañeros de trabajo en su salsa, vistiendo informalmente para sus ratos de ocio.
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Estilo formal o algo más informal
En las empresas que en las que se suele vestir con un estilo más informal durante todo el año, o que tienen una mayor libertad de vestuario, suelen ser más proclives a vestir más formalmente para la fiesta de empresa, incluso algunos llegan a exigir la etiqueta formal. Cada empresa y cada grupo son libres de "exigir" o recomendar un vestuario determinado para la ocasión.
Si la fiesta es en un plan informal, para los hombres un pantalón, bien combinado con un polo, camisa y jersey, o una chaqueta, será más que suficiente.
Para las mujeres, una falda o pantalón, combinadas con una blusa o camisa y unos zapatos de poco tacón, son una de las muchas opciones posibles. El vestuario depende del lugar donde nos encontremos y de la estación del año en la que estemos. Hay que tener en cuenta que en el hemisferio norte la Navidad se celebra durante el invierno, pero en el hemisferio sur la Navidad se celebra durante la estación de verano.
¿Es un almuerzo o es una cena de Navidad?
Importante. Hay que diferenciar muy bien un almuerzo de una cena. Dependiendo de la hora del día a la que tiene lugar una comida, el vestuario suele ser diferente. Sobre todo en el caso de las mujeres que suelen vestir de forma distinta al mediodía que por la noche.
Si la fiesta es algo más formal, los hombres pueden acudir con traje y corbata y las mujeres con un vestido corto o largo, dependiendo de la hora del día. A mediodía zapato bajo o de medio tacón. Por la noche, mejor zapato de tacón alto.
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El lugar en el que se celebra la fiesta también tiene su influencia en el vestuario. No es lo mismo vestir para ir a los salones de un lujoso hotel, que vestir para ir a una finca, hacienda o bodega en el campo.
No hay que olvidar que es una fiesta entre compañeros y colegas; no es una competición por ver quién va mejor, quién destaca más o quién tiene más medios económicos. Es una fiesta, no una pasarela de moda o un escaparate para lucir el vestuario más ostentoso o las joyas más caras. Se puede desentonar tanto por defecto -ir poco arreglado-, como por exceso -ir con prendas o joyas fuera de lugar-.
Es bueno recordar que la imagen que vamos a transmitir va a quedar en la "memoria" de nuestros compañeros de trabajo para el resto del año. Al igual que un mal comportamiento nos deja en evidencia, un vestuario poco apropiado puede hacernos perder "puntos" ante nuestros jefes y ante otros invitados que asistan a la fiesta: proveedores, subordinados, clientes, compañeros de trabajo, etcétera.
Por último, tenemos que recordar que vestirse bien no es disfrazarse. Es decir, el vestuario es una parte de nuestra personalidad. No vistamos o queramos aparentar algo que no somos.
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