![Logo Protocolo y Etiqueta](https://www.protocolo.org/extra/desimg/xcombined_proto_logo_idx_462x60.png.pagespeed.ic.5ZOHUrny0M.png)
No echar broncas a los demás. Evitar las discusiones y las reprimendas (con vídeo)
No es bueno echar broncas o reprimir a los demás, porque no funcionan o funcionan muy poco.
protocolo.org - FP Pro
Regañar. La ineficacia de las reprimendas y las broncas. No al refuerzo negativo
No es bueno echar broncas o reprimir a los demás, porque no funcionan o funcionan muy poco. Si nos acostumbramos a echar broncas, acabaremos reprimiéndonos a nosotros mismos. Echar una bronca es un mal hábito.
Cuando echamos una bronca a alguien le estamos castigando. Le estamos "diciendo" con ese acto que no haga una cosa que nos molesta o que está mal hecha. La mayoría de las personas no aceptamos bien que nos riñan o que nos echen una bronca. Es un refuerzo negativo que no tiene un resultado muy bueno a largo plazo.
¿Se echan broncas a cualquier edad?
Con el avance de la edad, las broncas o las reprimendas tienen que reducirse o eliminarse. Los castigos o las broncas no son demasiado positivas, ni suelen dar buenos resultados. Hay que tratar de ser positivos, de cariñosos, de ser amables... porque es una forma de enseñar de una forma positiva. Aprendizaje positivo.
Te puede interesar: Cómo regañar o amonestar a los demás
Hay que motivar al cambio sin echar broncas o sin reñir. Porque las broncas suelen tener un mal resultado tanto en la vida personal como en la vida profesional.
Las broncas tienen una parte emocional importante, y tenemos que saber controlar estas emociones. Es mejor reparar que "bronquear". Si por ejemplo tu pareja, no hace una cosa, no la riñas o la eches una bronca. Es mejor dar oportunidades para reparar algo que se ha hecho mal o no que no se ha hecho. Si se riñe, se crea un mal ambiente, o como dicen ahora los jóvenes, un mal rollo. Además, como hemos dicho, no suele servir para mucho.
Rafael Santandreu, psicólogo y colaborador habitual del maravilloso programa de RTVE "Para todos la 2" nos ofrece una serie de consejos para mejorar nuestras relaciones con los demás y evitar tener que echar broncas, reñir o castigar,
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Lo ideal sería que todos conocieran y practicaran las normas de etiqueta, protocolo y las buenas maneras, pero no podemos negar la realidad: en muchos hogares esa enseñanza no ha tenido prioridad, ya sea por falta de tiempo, de interés o por desconocimient
-
Las personas histriónicas se comportan de una forma 'llamativa' exagerando sus modales y sus sentimientos
-
Algunas personas con alguna discapacidad suelen utilizar un animal de servicio para ayudarlos con las actividades cotidianas
-
Está claro que la familia es el ambiente ideal donde educar a los jóvenes en valores. Pero hay que plantearse que las familias actuales no son como las de antaño
-
El protocolo de principios y mediados del siglo XX decía que los hombres debían saludar a las mujeres con un besamanos.
-
Ten cuidado cuando hables o escuches a otro, a que no hagas movimiento alguno del cuerpo, que no sea muy compuesto.
-
Las escaleras mecánicas son muy útiles y cómodas, pero hay que tener cuidado cuando las utilizamos porque hay que ser prudentes y diligentes para evitar accidentes y malos comportamientos
-
Cuando no somos muy organizados puede resultar difícil gestionar bien nuestro tiempo. Por lo general, tenemos tantas cosas que queremos hacer que nos parece que tenemos muy poco tiempo para hacerlas todas. Patricia Ramírez nos da unos cuantos consejos
-
Es posible que no haya un invitado perfecto, pero sí que un invitado se comporte de forma que deje una buena sensación a sus anfitriones
-
La forma de caminar influye de manera importante en nuestra imagen
-
Las piezas de una vajilla van allá de una seria de platos y fuentes. Siempre podemos encontrar objetos sorprendentes
-
Hay miradas que invaden la intimidad porque 'entran en la vida' de los demás sin permiso. Miran de forma descarada sin importarles la otra persona