Los gestos. Las manos y la cara. Lenguaje no verbal. Concordancia gestual
Gesticular mientras se habla. El lenguaje no verbal de sus manos y su cara. Qué dice su cuerpo. El uso correctos de los gestos. Exposición y gestos
Los discursos y el lenguaje no verbal
No solo comunican las palabras
Los gestos son una parte muy importante de cualquier tipo exposición, charla o conferencia. Con los gestos podemos atraer la atención o lograr el efecto contrario. Todo depende del buen uso que hagamos de los gestos y de las formas no verbales de comunicar.
Generalmente, opinan los expertos, un abuso en el uso de los gestos, da una imagen negativa del individuo. Se toma menos en serio lo que dice. En pocas palabras, la persona que gesticula mucho, es tomada poco en serio. Es considerada más un "charlatán" o alguien que no domina el tema como debería.
Los gestos, no dejan de ser una "explicación gráfica" de algo; por esta razón los gestos deben ser "adecuados" a lo que estamos hablando, siempre siendo moderados en su uso. Ambos extremos son malos -abuso de gestos o permanecer inmóvil como si fuésemos una estatua de mármol-.
Te puede interesar: Comunicación no verbal. La importancia de los gestos
Nuestro cuerpo 'habla' por sí solo
Hay que tener en cuenta, que todo nuestro cuerpo 'habla', no solo las manos. La boca, los ojos, los brazos, las piernas... tratar de disimular, no siempre es una buena solución. Podemos mentir con la boca, pero nuestros ojos, nuestra cara, etcétera pueden decir lo contrario. No es fácil "fingir" con los gestos.
En todo momento hay que tratar de ser naturales y expresivos, pero no debemos fingir o 'camuflar' lo que decimos con gestos que no se corresponden. Cuando no hay una concordancia entre lo que decimos y los gestos o poses de nuestro cuerpo, se puede generar una cierta desconfianza en el público.
Los gestos son el 'aderezo' de las palabras. Tanto el exceso como la escasez de gestos puede perjudicar al mensaje que queremos transmitir.
Hablar en público de principio a fin
- Hablar en público. Discursos. Orden de intervención
- Hablar en público. Objetivos. Comenzar y terminar
- Hablar en público. Técnicas. Audiencia. Organización. Fases
- Hablar. Qué decir. Cuándo y cómo. Atención de la audiencia
- Preparación de la intervención. Qué decir y cómo decirlo
- Empezar el discurso. Tono de voz adecuado y ritmo
- Vestuario. Imagen del orador. Presencia y porte
- Empezar un discurso. Interesar, no aburrir. Adaptación a la audiencia
- Los gestos. Las manos y la cara. Lenguaje no verbal. Concordancia gestual
- Material. Comprobar. Soporte multimedia. Contratiempos y soluciones
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Este tipo de conversaciones tienen un carácter más íntimo pero no por ello dejan de tener una gran importancia para las personas que las mantienen
-
El medio infalible de dar un aire de necio a la persona de más mérito, es dirigirle cara a cara y sin discrección elogios exagerados.
-
Una de las peores interrupciones es la que se hace en medio de una conversación sea del tipo que sea
-
Los discursos en una comida. Brevedad y claridad. Intervenciones cortas y poco extensas. Qué decir
-
Hablar en público requiere de una presencia correcta del orador, en cuanto vestuario e higiene personal
-
Como hablar en público y que objetivos perseguir con el discurso. Saber empezar y saber terminar. El discurso de principio a fin
-
Descripción general sobre algunos pasos previos a una intervención hablada. Los ensayos. Qué preparar y cómo prepararlo
-
La chanza o burla dulce, graciosa, ligera debe ser compartida con buena intención por los mismos que son objeto de ella.
-
Cuando se domina el tema y se está preparado, la seguridad nos hace estar menos nerviosos
-
Un líder es una persona capaz de dirigir y canalizar la atención y el trabajo de un grupo de personas, tanto en el ámbito laboral como en el social
-
La forma de responder una llamada en la empresa difiere ligeramente de la forma de responder a una llamada particular
-
Debe aprender a aceptar los cumplidos con gracia y modestia, pero sin rechazarlos.