
¿Es correcto ayudar a los anfitriones durante una visita?
La ayuda a los anfitriones de la casa por parte de las personas que les hacen una visita no es habitual pero hay excepciones
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Ayudar a los anfitriones, ¿nos ofrecemos o esperamos a que nos los pidan nuestros anfitriones?
Un invitado, por regla general, no ayuda a los anfitriones. Y en el caso de querer hacerlo, seguramente, serán los propios anfitriones quienes se nieguen a que su invitado haga nada o ayude en nada. Todo depende del grado de confianza que se tenga con los anfitriones.
Cuando hay mucha confianza, no es nada extraño, que se acepte o solicite esta ayuda para servir unas bebidas, ofrecer unos aperitivos o bien para recoger algunas cosas.
Si ha habido algo más que una charla, por ejemplo un té con pastas o una simple merienda, no solo nos debemos ofrecer ayuda a la hora de recoger todo, sino también a la hora de poner cosas para esa merienda, aperitivo o té.
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Ofrecerse a ayudar, ¿cuándo?
Cuando, como invitados, veamos que podemos ser útiles en alguna de las tareas que tienen que realizar. Ayudar en la cocina, ayudar a poner la mesa, etcétera.
Serán los propios anfitriones quienes acepten o no esta ayuda. Nadie debe darse por ofendido, ni los anfitriones ni los invitados, por obtener una negativa ante esta propuesta.
Para finalizar, tampoco los anfitriones deben 'abusar' de la buena disposición de sus invitados. Todo tiene un límite. Una cosa es echar una mano. Otra cosa es 'aprovecharse ' de los invitados.
Como último recurso, cuando hay mucha confianza, podemos dejar alguna sin recoger. Dejarlo para el día siguiente y seguir disfrutando de la buena compañía.
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