
Ceder la derecha, cuestión de educación (con vídeo)
Allá por el año mil setecientos y pico se empezaban a construir en Madrid las primeras aceras, pues anteriormente a estas obras era todo calzada
Pexels - Pixabay
¿Quién cede el paso? Anécdota
De las muchas anécdotas que se dan en los más diversos ámbitos sociales ésta destaca por su sencillez y, a la vez, por su efectividad. El sentido común es una de las mejores fuentes de las que bebe cualquier tipo de norma o regla de comportamiento.
Allá por el año mil setecientos y pico se empezaban a construir en Madrid las primeras aceras, pues anteriormente a estas obras era todo calzada. Pero surgió el problema: esta nueva construcción era demasiado estrecha para los viandantes acostumbrados a caminar y pasear por espacios con mayor amplitud.
Te puede interesar: Andar por la calle. Reglas de comportamiento y cortesía
Estaba falta de espacio para caminar dio lugar a nuevo planteamiento: el encontronazo. ¿Quién cedía el paso en el caso de encontrarse varias personas en una acera y circulando en direcciones opuestas? ¿Cedía el caminaba por la derecha o el que lo hacía por la izquierda?
Ceder la derecha ¿quién lo tiene que hacer?
Esta cuestión preocupaba tanto al Corregidor de la Villa de Madrid, el Marqués de Vadillo, que decidió hacer una consulta al Rey Carlos III, con la intención de publicar un bando haciendo referencia a tal cuestión y dando solución a este tema.
Hecha la consulta, el Rey le contestó lo siguiente: "Debe ceder la acera el que tenga mejor educación". Esta ingeniosa respuesta encierra mucha sabiduría. Es aplicable a muchas situaciones diarias que tienen que ver con un "encontronazo" en una acera cualquiera de cualquier ciudad del mundo.
Joergelman - Pixabay
En muchas ocasiones nos obstinamos en hacer algo que no nos corresponde, o en ubicarnos en algún lugar determinado, obviando que este comportamiento puede ser un detalle que "hable" sobre nuestra falta de educación. A los hechos nos remitimos, pues casi todos conocemos situaciones de este tipo (y más aún, las personas que se dedican al mundo del protocolo y las relaciones públicas).
Te puede interesar: Curiosidades y anécdotas sobre el mundo del protocolo y la etiqueta
Hay ocasiones, y no son pocas, en las que se demuestra que tener una alta posición social o un buen cargo, no significa tener una buena educación. Ceder, también puede ser una muestra de buena educación. Y no nos referimos solo a ceder el paso en una paso. A buen entendedor, con pocas palabras basta.
Cortesía en la calle. Ceder la derecha: reglas de cortesía
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El traje occidental de etiqueta llegó a Yucatán hasta principios del siglo XX y se le conoció con el nombre de flux, del francés flux, flujo, terno. Atuendo de hombre que consta de saco o chaqueta, chaleco y pantalón
-
Un día le preguntaron a un Embajador cuál había sido el momento más difícil de su vida de diplomático...
-
Los comportamientos que para la gente corriente son 'normales', pueden ser muy diferentes cuando nos referimos a la compleja etiqueta Real
-
La teoría más aceptada o que cuenta con una mayor base argumental, es la que justifica esta forma de colocar los botones por 'comodidad'
-
La cortesía parlamentaria hay que tenerla hasta en las situaciones más serias
-
Un divertido juego para poner a prueba a los más pequeños de la casa o de la escuela.
-
Una curiosa anécdota de un gran emprendedor e innovador llamado Pau García-Milá
-
Además de saber estar y conocer las reglas de protocolo, muchas de las personas que ocupan cargos importantes deberían contar con un buen bagaje cultural
-
Los expertos señalan que no se debe confundir el protocolo con la urbanidad y recuerdan que existe una gran diferencia entre una reunión de jefes de Estado y el hecho de hablar con propiedad
-
La reina Victoria tenía fama de comer mucho y muy rápido para disgusto de sus invitados que...
-
Los reyes también son personas que tienen sentimientos y realizan actividades familiares siempre que sus obligaciones se lo permiten
-
Asistían a un banquete un importante Arzobispo católico y el millonario, de origen judío, Rothschild. Cuando tomaban el aperitivo se avisó de que la comida ya estaba lista