Urbanidad en las conversaciones y en el paseo.
Las conversaciones, alabanzas y los paseos a pie o en coche.

Urbanidad en las conversaciones y en el paseo.
¿Tomará Vd. parte en una conversación en que se zahiera al que le ha ofendido a Vd.?
La generosidad y la nobleza de alma exigen que defienda a aquel de quien estoy resentido, si se le acusa falsamente, y deberé callar si creo que es cierto lo que de él se dice.
¿Oirá Vd. con gusto sus propias alabanzas?
Como los elogios son un premio de nuestra buena conducta y de nuestra aplicación, naturalmente nos son gratos; mas lejos de engreirnos hemos de manifestar que no somos acreedores a ellos.
Y, ¿lo hará Vd. con orgullo?
En tales casos hablaré con modestia pues así como ésta es la principal dote de un niño el orgullo es un vicio que empaña todas nuestras buenas cualidades.
Si va Vd. con superiores, ¿dónde se colocará?
Por la calle tomaré la izquierda de la persona con quien vaya, a no ser que la acera esté en ese lado, en cuyo caso me colocaré a la derecha.
En el coche, ¿qué lugar ocupará Vd.?
El centro es el primer lugar cuando van juntas tres personas, y el niño urbano debe siempre elegir para sí el lado izquierdo.
¿Qué lugar dará Vd. a la persona más autorizada, si son Vds. más de dos los que pasean?
En los coches tomaré la izquierda al vidrio, porque los lugares preferentes son la derecha y la izquierda de la testera, y luego la derecha y la izquierda al vidrio.
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