
Lección sobre las preocupaciones.
Las preocupaciones locales prevalecen solo entre el común de las gentes, y no imponen a los espíritus formados y reflexivos.
Preocupaciones.
No adoptes jamás las ideas de los libros que leyeres ni las máximas de las sociedades que frecuentares sin examinar muy escrupulosamente si son rectas, so pena de estar expuesto a llenarte de preocupaciones en vez de hacerte guiar por la razón; y seguirás pacíficamente el error en lugar de ir en busca de la verdad.
Haz uso pues de tu razón y confírmate en ella; reflexiona, examina, analiza cada cosa para formar un juicio recto, sólido y maduro; no permitas que un "así dicen: tal maestro lo dijo, etc." seduzca a tu entendimiento, descamine tus acciones o dicte tu conversación; consulta a tu razón temprano, se madrugador para no conocer que es tarde cuando deseares haberlo sido; yo no te digo que éste será siempre un medio infalible porque la razón humana no lo es, pero hallarás que es el menos expuesto de los que puedes seguir; los libros y la conversación pueden ayudarte, pero nunca te decidas ciega e imprudentemente, sin pasarlos por el cedazo de la razón que Dios nos ha dado para manejarnos. En las disputas que oyeres nunca te inclines al uno de los partidos, ni pases de comparar las razones; pues las más de las gentes por no pararse en tal cosa apenas tienen idea alguna que no sea adoptiva; supongo, que en general, yo creo que es mejor sea así, porque estas comunes preocupaciones contribuyen más al orden y tranquilidad que lo harían una serie de meditaciones y raciocinios particulares, estando las gentes tan sin cultivo ni aprovechamiento de ideas.
Las preocupaciones locales prevalecen solo entre el común de las gentes, y no imponen a los espíritus formados y reflexivos, pero hay también nociones igualmente falsas, aunque no tan evidentemente absurdas, entre personas de superiores y aplicados talentos; tan solo por falta del trabajo infatigable de investigarlas, de la debida atención al examinarlas, o de la penetración suficiente para determinar la verdad. Estas son las preocupaciones de que yo quisiera te guardaras con todo el empeño de tu razón.
-
6948
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La ley de Moisés no admitía en los tribunales el testimonio de un extranjero.
-
En la mesa no tomaremos en las manos, ni tocaremos otra comida que el pan destinado para nosotros.
-
La civilidad, no es otra cosa que la modestia y honradez que cada uno debe guardar en sus palabras y acciones
-
Educar a los hijos no es una tarea fácil, Requiere constancia y tesón, aunque sea más sencillo dejarles hacer lo que quieran.
-
La higiene es el empleo de los medios necesarios para conservar la salud y una buena imagen personal
-
El amo debe cuidar mucho de que las conversaciones sean graciosas y amenas, sin hacerse malignas ni mordaces.
-
Siendo el carácter de los entusiastas todo benevolencia y dulzura, se ve uno obligado, so pena de pasar por inurbano, a oír con paciencia y aun con una especie de placer sus locas exclamaciones.
-
El saludo siempre lo hará la persona menos importante un poquito antes de hallarse frente al superior
-
El ver cuan necesarios nos son nuestros semejantes en todos los actos más leves de la existencia, basta para hacernos comprender cuáles serán nuestros deberes respecto a ellos.
-
Discutir es alegar las razones y los argumentos en que se apoyan dos opiniones opuestas sin consideración a las personas que las proponen.
-
No paséis mucho tiempo sin bañaros todo el cuerpo, y frotaros bien con una toalla; sobre todo debéis limpiaros los pies cuantas veces lo exija el estado en que se encuentren, particularmente en verano.
-
Varias veces los labios de un joven expresan conceptos finos, frutos precoces del talento.