![Logo Protocolo y Etiqueta](https://www.protocolo.org/extra/desimg/xcombined_proto_logo_idx_462x60.png.pagespeed.ic.5ZOHUrny0M.png)
Los criados en la casa. Parte II.
Cuando un caballero se pone el abrigo o se desembaraza de él o del bastón, paraguas, etc., para entrar en el salón, el criado debe ayudarle y estar alerta a la salida para abrirle la puerta.
Los criados y sus funciones.
Cuando hay muchos criados, cada uno tiene marcadas sus funciones, y nunca debe usurpar uno las de otro, ni pedir al compañero que le ayude en las suyas. Con institutores, secretarios, etc., los criados se mostrarán respetuosos como con los señores, y hasta los mismos criados entre sí han de evitar las riñas, las disputas y las familiaridades.
Un criado nunca da a los señores una carta, un vaso de agua o un cubierto mano a mano, sino colocado en una bandeja.
Cuando un caballero se pone el abrigo o se desembaraza de él o del bastón, paraguas, etc., para entrar en el salón, el criado debe ayudarle y estar alerta a la salida para abrirle la puerta.
Si por encargo de los dueños lleva un regalo, no ha de esperar la contestación y debe negarse a recibir propina, hasta que la insistencia le obligue a aceptarla.
Los criados no deben recibir visitas para ellos en casa de sus amos. Los días de salida pueden ver a sus amigos y familia.
"A los criados no se les reprende en público"
Los señores tienen a su vez que, sin familiarizarse con los criados, ser dulces y amables con ellos.
En ninguna orden debe haber imperio o acritud. Nada tan lamentable como el espectáculo de una señora que grita y apostrofa a un sirviente, dando lugar a que por su ineducación le falte al respeto.
Los dueños deben limitarse a la advertencia, despidiéndolos si no son obedecidos.
Ya hemos dicho que el riguroso buen tono exige no dar las gracias a los criados por sus servicios, pero no puede censurarse a la señora que lo haga. Los dependientes de la casa deben hacerlo siempre.
Los dueños no hablarán de tú a los criados jamás, y para designar a la esposa, madre, hija, etc., dirán siempre la señora o la señorita, así como ellos dirán siempre el señor.
Cuidadosamente ha de evitarse que los criados penetren en los secretos de la familia, y debe tenérseles siempre a una prudente distancia.
Los días en que se celebra la fiesta onomástica de alguno de la casa, un aniversario dichoso o las pascuas o primero de año, es conveniente premiar los servicios de un criado con algún regalo o propina.
Los niños no han de mezclarse con la servidumbre, exigiéndoles que respeten a los criados y que éstos les guarden todas las consideraciones que a los dueños mismos les deben.
- Los criados en la casa. Parte I.
- Los criados en la casa. Parte II.
-
8242
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El hombre juicioso sigue la moda sin afectación, y procura que se advierta más bien en su modo de vestir un buen gusto, que lo que se llama última moda.
-
Después de nuestros padres, nada hay que nos toque tan de cerca como nuestros hermanos.
-
La urbanidad en los saludos, los encuentros. Ceder el paso ante una puerta.
-
Cuando se está invitado en casa de otro, no es educado servirse uno mismo.
-
El hábito es una segunda naturaleza, y lo que nos parezca imposible al principio, nos será sumamente fácil con el tiempo.
-
Se llama inscripción el título que se da a los sujetos a quienes se escribe, y se pone al principio de la carta.
-
La felicidad en este mundo no consiste en poseer muchas riquezas y honores, sino en tener el corazón sosegado y contento.
-
Son incontables las personas buenas, virtuosas y dignas de afecto que no disfrutan de nuestra simpatía por sus asperezas de carácter...
-
Los gestos y acciones que hacemos a diario nos revelan, en gran medida, la educación recibida
-
Los mejores libros, considerándolos desde el punto de vista que nos ocupa, son indudablemente los libros de viajes.
-
La urbanidad prescribe que volvamos las visitas a los que nos las hacen, y que seamos los primeros en hacerlas a las personas superiores
-
En tiempos pasados las conversaciones y reuniones eran pocas y los borrachos muchos; y el capital que ahora se gasta en vestidos, se gastaba entonces en vino