Reglas a observar del paseo con otras personas.
El paseo, el sitio de preferencias y las reglas de cortesía al pasear.
Reglas a observar del paseo con otras personas.
¿Cuáles son las reglas que tenemos que observar en el paseo con otras personas?
En el paseo tenemos que observar
estas reglas que voy a relatar:
a un niño o señora, y a un sujeto
o amigo a quien debiéramos respeto,
les daremos la diestra en todo caso
que la izquierda no ofrezca mejor paso.
Si vamos más de dos a pasear,
el centro al superior hemos de dar;
debiendo colocarse el inferior
a la izquierda de aquel que es superior.
En los pasos algo arduos o fangosos,
la mano alargaremos obsequiosos
a los niños, señoras y señores
que en respeto nos sean superiores.
Pondremos al andar sumo cuidado
en no pisar a los de nuestro lado, |
ni empujarles; y cuando vuelta haremos,
tampoco las espaldas les daremos.
Si una escalera hemos de subir,
detrás del superior debemos ir,
lo cual observaremos igualmente
cuando un portal pasemos juntamente.
-
16502
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los ingleses no perdonan al hombre que les hace aguardar; menosprecian al que no va al sitio acordado al punto fijado desde la víspera.
-
El que está dominado por los hábitos de la pulcritud y buena crianza se hace al mismo tiempo más sobrio, más arreglado, más pronto a cumplir con sus deberes.
-
No hay cosa que requiera más tiento que la verdad, que es un sangrarse del corazón. Tanto es menester para saberla decir como para saberla callar.
-
Algunos, dándose cuenta de su responsabilidad, cuando están en conversaciones más que frívolas, al acercarse los pequeños llaman la atención: "Cuidado, que hay ropa tendida".
-
La forma correcta de sentarse frente a otras personas, de estar en pie y de andar por la calle.
-
Los romanos tenían la costumbre de entregar al principio de la comida una nota de los manjares que se presentarían en la mesa.
-
No dependen las perfecciones de un solo agrado: tantos son los gustos como los rostros, y tan varios.
-
Deberes respectivos entre abogados y clientes. Entre médicos y enfermos.
-
No creáis que las buenas amistades se hacen de repente.
-
No hay cosa más fácil, como ya se ha dicho, que dar consejos, ni más difícil que tomarlos.
-
El servicio de los pescados, las aves, la langosta, las pastas y la fruta.
-
El joven no debe huir de la conversación de las mujeres honestas, porque solamente en compañía de ellas aprenderá a templar la efervescencia de la edad, y a dar finura y gracia a sus modales