
Obligaciones positivas. Respecto al Soberano y sus Ministros, y a la patria
Obligaciones generales y positivas para el Soberano, la Patria y sus Ministros
falco - Pixabay
Obligaciones para con la Patria, el Soberano y sus Ministros
Tenemos para con los otros algunas obligaciones, que son generales y comunes para todos, y otras respectivas a cada uno en particular.
Obligaciones positivas
Estas se reducen a hacer a todos todo el bien que podamos.
Los actos que principalmente debemos ejecutar en beneficio de los demás son los que se llaman obras de misericordia, así espirituales como corporales, que no repetiremos aquí, estando ya explicadas en el Catecismo.
Solo añadiremos que no hay en el mundo deleite más dulce y más puro que el de hacer bien a otro, ni satisfacción que más llene nuestro corazón que la de poder hacer feliz a alguno.
Así, siempre que se presente ocasión de poder favorecer a cualquiera, debemos aprovecharla con el mayor anhelo, sin detenernos en sufrir cualquiera incomodidad que traiga consigo, seguros de que la complacencia que nos resultará, la compensará superabundantemente.
Obligaciones particulares
Respeto al Soberano y sus Ministros
Debemos el mayor respeto a nuestro Soberano, cuyas leyes estamos obligados a cumplir exactamente, y por consiguiente a los que hacen sus veces, como son los Gobernadores, Magistrados, Jueces y compañía.
La tranquilidad y la seguridad pública depende; de la observancia de las órdenes del Soberano y de sus Ministros, y así es necesario para el bien público y para el bien privado de cada particular que se obedezcan puntualmente sus órdenes y leyes, pues de otro modo sería un puro desorden y nadie podría vivir quieto y seguro.
Y como para la conservación de la tranquilidad y seguridad pública son necesarios crecidos gastos, y es justo que todos contribuyan a ellos, debe cada particular por su parte pagar fielmente al Soberano los tributos que le correspondan .
Respecto a la patria
Todo hombre debe amar su patria, y procurar su mayor bien.
Por consiguiente, debe cuando la vea invadida por los enemigos, defenderla con todas sus fuerzas, aunque sea a costa de su vida; y en tiempo de paz cuidar de no deshonrarla o turbarla con acciones malas , antes si tirar a darla mayor lustre con sus virtudes y méritos, y a serla útil con sus fatigas.
-
6695
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Nunca hará burla, ni con palabras, ni con gestos ridículos de los ausentes, y menos de los presentes.
-
Cuando muchos hablan a un tiempo, parece que oye uno a las ranas que se empeñan a porfía en sobrepujarse unas a otras y procurarse la gloria de ensordecer a cuantos las oyen.
-
Cuando un caballero se pone el abrigo o se desembaraza de él o del bastón, paraguas, etc., para entrar en el salón, el criado debe ayudarle y estar alerta a la salida para abrirle la puerta.
-
En confianza hay quien fiscaliza nuestros actos, quien curiosea nuestros muebles, quien lee por encima del hombro las cartas que escribimos...
-
El varón cuerdo siempre fue el mismo en todo lo perfecto, que es crédito de entendido
-
Este día, llamado el más hermoso de la vida, tiene sus incomodidades y embarazos.
-
En el coche sube siempre la persona de más respeto; pero si tiene una sola puerta, se subirá de modo que a nadie se moleste.
-
Para vivir en casa ajena, se necesita mucha prudencia y tolerancia; pero que esto no sea hasta el extremo de mostrarnos esquivos a la cordialidad y franqueza.
-
La crítica amarga, acre y mordaz, degenera por lo común en personalidades, y saca enteramente de la esfera a que debe limitarse un hombre de buena sociedad.
-
No se tiene estima alguna de un hombre que habla indiscretamente, y a causa de esto debemos procurar, según el consejo del mismo Sabio, no ser ligeros de lengua
-
Las visitas en sociedad.
-
Las primeras dificultades que ocurren a los muchachos, y aún a algunos adultos que carecen de práctica, se fundan sobre el tratamiento que se ha de dar a la persona a quien se escribe.