
Urbanidad de las entrevistas y de la conversación.
Los hombres que vienen a este mundo, puesto que siempre tienen relación entre ellos, están obligados a conversar y a hablar a menudo unos con otros.
Urbanidad de las entrevistas y de la conversación.
Los hombres que vienen a este mundo, puesto que siempre tienen relación entre ellos, están obligados a conversar y a hablar a menudo unos con otros. Por eso, la conversación es una de las cosas sobre las cuales la urbanidad establece más reglas; y exige que los cristianos sean extremadamente circunspectos en sus palabras.
Ése es el consejo que les da Santiago en su epístola. También el Sabio quiere que esta circunspección sea tan grande, que a pesar de que conoce la estima que el mundo tiene por el oro y la plata, pide, con todo, que se prefiera la atención que se ha de prestar a las palabras, a la natural afición que los hombres sienten a guardar su oro o su plata; y dice que hay que fundir el oro y la plata y hacer con ellos una balanza para pesar sus palabras. Y, sin duda, lo dice con motivo, ya que, como afirma el mismo apóstol Santiago, puede asegurarse que el hombre es perfecto cuando no comete pecado al hablar.
Hay que estar también persuadido que quien en sus palabras no comete faltas contra la urbanidad, conoce perfectamente cómo hay que vivir en el mundo y observa una conducta externa muy sensata y regulada.
La circunspección que se ha de tener en las palabras exige que vayan acompañadas de ciertas condiciones, de las que se trata en otros artículos.
-
13607
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
¡Cuántas veces el más sólido mérito ha sido mal recibido y desechado por falta de gracia, en tanto que un hombre con algunas prendas superficiales, poco saber y menos mérito, introducido por las gracias, ha sido recibido, querido y admirado!
-
Se debe particularmente cuidar de tener siempre los vestidos muy limpios: la modestia y la urbanidad no pueden soportar nada de suciedad ni de negligencia
-
Una parte fundamental de la imagen, además del vestuario, es la higiene y el aseo personal.
-
La reunión de gentes de primera clase no se debe llamar buena compañía en el sentido general de la frase, a menos que esté acreditada de tal en el público.
-
Los secretos, la discreción y los halagos. Las acciones de las personas en sociedad.
-
Al entrar en una iglesia, si está el Santísimo expuesto, se debe hacer la genuflexión hincando las dos rodillas, inclinando la cabeza y santiguándose.
-
Hablando con mujeres se marca más dulzura en la entonación, a los ancianos se les atestigua deferencia y a todo el mundo política y amabilidad.
-
La mesura y la prudencia son dos cualidades importantes que debe tener una persona educada.
-
Para sacar los cabellos de los algodones se aguardará a que estén ya fríos, porque si no se tomase esta precaución no se rizarían.
-
Las diversiones corpóreas que prevalecieron en los pasados siglos nos dan por resultado conquistas, agresiones, saqueos y supercherías proclamadas como acciones honoríficas.
-
Dice el Sabio que hay un tiempo para reír, y es precisamente el tiempo que sigue a las comidas.
-
Las costumbres lingüísticas que la cortesía trataba de erradicar de los repertorios de grupos hegemónicos dentro del mundo urbano se fueron desplazando, bien hacia capas bajas del espectro social, bien hacia el mundo rural