
Los buenos modales y las visitas
Las visitas de cortesía son una actividad social muy habitual entre personas conocidas y familiares
foto base Nathan Dumlao - Unsplash
Cómo comportarse de forma correcta durante una visita
Aquella urbanidad
Sería súmamente penoso para un niño saber, al salir de una casa que hubiese visitado, que dijeran los dueños de ella "ese niño parece un gañán, sus modales son groseros y su conversación es empalagosa". ¿No tendría un positivo sentimiento, si sus padres le apellidasen hablador, impertinente, pesado o importuno?Creemos de buena fe que ambas cosas son en extremo bochornosas, y no dudamos que es muy fácil evitar que ni una ni otra suceda.
Un niño que saluda con finura, que se descubre la cabeza desde que entra en una casa cualquiera, se dienta cuando le indican que puede hacerlo, manteniendo su sombrero en la imano hasta que le invitan a que lo deje; no interrumpe a los presentes cuando están en conversación; habla cuando no puede incomodar; un niño, en fin, que sabe responder sin separarse de los límites debidos, no merecerá otra cosa que alabanzas.
Es impropio cruzar una pierna sobre la otra cuando se está con personas a quienes se debe respeto, y muy feo estar sentado con las puntas de los pies hacia dentro.
Te puede interesar: La importancia de los buenos modales en la educación (con vídeo)
Lo es también el manosearse la cara, la nariz o las orejas; en caso necesario, debe usarse el pañuelo sin causar mucho estrépito, cubriéndose también la boca con él al estornudar.
Más impropio es aun bostezar estirando o levantando los brazos; cuando no puede evitarse un bostezo, se ha de procurar tapar la boca con la mano sin empero apretarla.
Si se ofreciese jugar y no debe un niño decidirse por sí solo a tomar parte; es regular se halle presente alguna persona de quien dependa cuyo permiso procurará obtener, y si así fuere, ha de tener muy presente que el juego es donde se logra más fácilmente el descrédito.
No es lícito faltar a la buena fe con engaños u ocultaciones y ni decoroso encolerizarse porque el juego no sea favorable; debe servir solo de honesto pasatiempo; un niño de buena educación ha de ser generoso, evitando todo lo posible el jugar con mucho interés; porque si lo hiciere, exponiéndose a perder, estará en eminente peligro de ser grosero, o cuando menos, tramposo; acostumbrándose a aventurar cantidades al azar de una suerte, puede adquirir el peor de todos los vicios, que con el tiempo le haría, sin duda, el más desdichado de todos los hombres.
-
17511
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
De la urbanidad en las maneras de los niños.
-
En los sitios públicos hay que guardar cierta compostura, cierta cortesía y ser respetuosos con los demás.
-
La reputación de los ancianos procura estimación a aquellos a quienes honran con su amistad. Solo su experiencia puede sugerir los consejos necesarios en la carrera de la vida
-
La primera cosa que se debe recomendar al que va a escribir una carta es la prudencia en lo que escribe.
-
La imprudencia, esa hija de la vehemencia en el pensamiento y de la intemperancia en la expresión
-
Baltasar Gracián, jesuita, hace un relato en forma de aforismos de, lo que para el, es un código de buen gobierno para las personas
-
Las amistades suelen ser más verdaderas en los tiempos turbulentos que en los tranquilos. Es cuando se comprueban quiénes son los buenos amigos
-
En un templo debemos mostrar un profundo respeto y recogimiento.
-
La moderación es la reguladora de los modales exteriores, así en el hombre como en la mujer.
-
No dependen las perfecciones de un solo agrado: tantos son los gustos como los rostros, y tan varios.
-
La murmuración había de ser evitada, por principio, entre otras razones porque era augurio de malos presagios en las relaciones cívicas
-
Escribiendo a personas ocupadas en negocios o en letras, hay que ser breve; al paso que con las personas queridas nunca una carta es demasiado larga.