
Modales del joven en la mesa. II
La formar de trocear y servir algunas carnes y pescados tiene mucho que ver con la destreza de la persona que corta y sirve
foto base Pablo Merchán Montes - Unsplash
La manera correcta de tomar los pescados los mariscos, las aves y otras carnes
Aquella urbanidad
Como el pavo y la pava tienen gran pechuga, es conveniente partirla a lonjas trasversales antes de separar las alas y los muslos; a este fin se presenta de frente sujetando la pieza, fijando fuertemente el trinchante entre ambos muslos, y separándolos a cada lado con todo el pellejo que cubre sus coyunturas; con el cuchillo se corta la pechuga a lonjas trasversales, que se van colocando en plato distinto después de separados los alones, y en seguida, se divide por el espinazo.
El capón embuchado y sin huesos se sirve cortándolo a ruedas como el salchichón.
Si las aves son con relleno, se sirve este con cuchara.
La perdiz se trincha con cuchara, principiando a partirla por la pechuga con auxilio del tenedor.
Los pichones se parten en dos trozos: por lo fácil se adopta generalmente cortar el espinazo, de suerte que queden los dos muslos juntos; pero si los instrumentos son a propósito, es mejor dividirlos desde el cuello a la rabadilla, porque así sirve cuello y muslo; si están bien cocidos, debe usarse la cuchara.
Te puede interesar: ¿Cómo se come...? Cómo tomar algunos tipos de comidas y alimentos
La becada, tordo u otra ave pequeña debe servirse entera.
El lomo se corta al hilo y al través, en pequeñas lonjas.
La pierna de carnero, ternera o cabrito ha de cortarse también a lonjas sujetándola con la mano izquierda por el extremo que regularmente viene ya a la mesa cubierto con un papel.
El conejo o liebre se divide a lo largo; desde el cuello se parte en dos por el espinazo, y extrayendo los lomos se cortan al través en pedazos pequeños.
El pernil frío o caliente y entero se corta al través en lonjas muy delgadas que se colocan en plato separado para servirle.
Para las piezas mayores, como son el jabalí, corzo, lechón, etcétera, podrían consultarse los manuales extensos que tratan de la materia; creemos deber limitarnos a lo que se usa, dejando para un más prolijo estudio lo que rara vez se ve en nuestras mesas.
Los pescados, en general, se sirven con cuchara tirando un corte de la cabeza a la cola por en medio del costado, y otros trasversales a aquel, con lo que resultan trozos proporcionados que, pasándolos al plato limpio, prevenido al efecto, se van sirviendo sucesivamente con la salsa, si la hubiere.
Hay pescados pequeños que se sirven enteros porque se presentan asados o fritos.
El marisco ha de distribuirse según la manera con que fuere guisado.
Para servir la langosta ha de aderezarse antes la salsa o aliño conveniente; móndase toda la cola, despojándola de su coraza; se corta en porciones medianas la parte carnosa, que se sirve a los que gusten, y si alguno apetece las patas o el vientre, deben despojarse todo lo posible la concha.
- Modales del joven en la mesa. I
- Modales del joven en la mesa. II
- Modales del joven en la mesa. III
-
17531
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
No puede haber héroe que no tenga algún extremo sublime: las medianías no son asunto del aplauso
-
Es tan natural en el hombre la tendencia a ensalzarse a sí mismo y a deprimir a los otros, que casi sin notarlo y sin ánimo resuelto de ofender mortificamos el amor propio de los demás.
-
Al enviar las invitaciones, figuran en las tarjetas los nombres del marido y de la mujer, pero al contestar aceptando la invitación o excusando...
-
Las niñas se hacen muchas preguntas sobre qué temas tienen relación con la urbanidad
-
Después de nuestros padres, nada hay que nos toque tan de cerca como nuestros hermanos.
-
La escritura es el maravilloso arte que da color y cuerpo a los pensamientos.
-
Antes de afligirnos de cualquier mal que creamos que nos amenaza, es menester que reflexionemos si es (verdaderamente) probable que semejante mal nos suceda.
-
La misma vanidad que nos deslumbra y arrastra a mil extravagancias, y aun locuras, es la que destruye y disuelve el logro de nuestras mismas ideas.
-
Por lo regular, en la casa de un artista se exige más franqueza, y ninguna reserva diplomática.
-
Llámase urbanidad al conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras.
-
La educación de los hijos requiere emplear mucho tiempo para estar a su lado, haciéndoles ver lo que está bien y lo que está mal.
-
El cuidado del vestido y el aseo personal.