Introducción. Aforismos de Baltasar Gracián
Baltasar Gracián, jesuita, hace un relato en forma de aforismos de, lo que para el, es un código de buen gobierno para las personas

protocolo.org
Aforismos de Baltasar Gracián
Código de buen gobierno para las personas
Un aforismo es una máxima o sentencia que se propone como pauta en alguna ciencia o arte. Esta es la definición que hace el diccionario de la Real Academia Española, R.A.E.
Baltasar Gracián, jesuíta, hace un relato en forma de aforismos de, lo que para él, es un código de buen gobierno para las personas.
Las normas o pautas de comportamiento que relata Baltasar Gracián fueron un manual imprescindible para triunfar en la sociedad del siglo XVII.
Te puede interesar: Frases de personajes famosos. Citas sobre etiqueta y buenas maneras
¿Pueden servir para la sociedad actual? Cada cual que saque sus propias conclusiones.
Dedicado al lector
Ni al justo leyes, ni al sabio consejos; pero ninguno supo bastantemente para sí.
Una cosa me has de perdonar y otra agradecer: el llamar Oráculo a este epítome de aciertos del vivir, pues lo es en lo sentencioso y lo conciso; el ofrecerte de un rasgo todos los doce Gracianes, tan estimado cada uno, que El Discreto apenas se vio en España cuando se logró en Francia, traducido en su lengua e impreso en su Corte.
Sirva éste de memorial a la razón en el banquete de sus sabios, en que registre los platos prudenciales que se le irán sirviendo en las demás obras para distribuir el gusto genialmente.
-
1164

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Reglas de un caballero cortés al salir de paseo con otras personas.
-
Las ceremonias del casamiento suelen solemnizarse más cuando se trata del matrimonio canónico que cuando es solo civil, pero se asemejan tanto, que las reglas que vemos convienen a las dos formas de unión legal.
-
Todo ha de estar limpio, ventilado, cuidado, y sin que en ninguna habitación se amontonen trastos inútiles y viejos que dificulten la limpieza.
-
Por lo regular, en la casa de un artista se exige más franqueza, y ninguna reserva diplomática.
-
Las personas entre quienes existen relaciones especiales, ya sean accidentales o permanentes, se deben respectivamente ciertas consideraciones también especiales.
-
La conclusión de una carta familiar era en otro tiempo un negocio de importancia; hoy se pone menos cuidado, y con mucha razón.
-
Los príncipes a quienes en los pasados siglos había causado espanto la potente nobleza, aprovecharos todas las ocasiones de mermar sus privilegios
-
La decendia prohíbe aquellas acciones inocentes en sí mismas, pero que merman la idea de la dignidad en aquel que las ejecuta.
-
La limpieza en los vestidos no es la única condición que nos impone el aseo: es necesario que cuidemos además de no llevarlos rotos ni ajados.
-
Es tan natural en el hombre la tendencia a ensalzarse a sí mismo y a deprimir a los otros, que casi sin notarlo y sin ánimo resuelto de ofender mortificamos el amor propio de los demás.
-
Los males del alma, por lo que toca al entendimiento, son la ignorancia y el error
-
Los oficios se terminan siempre con la fórmula: "Dios guarde a usted muchos años".

