
Acciones que deben evitarse en las concurrencias
Reglas o consejos para saber cómo puede comportarse una persona cuando hay más gente delante
Christian Montone
Acciones que deben evitarse en las concurrencias, y generalmente en presencia de toda persona que nos merezca respeto
Aquella urbanidad
1. Desnudarse, vestirse, estirarse las medias, componerse los zapatos, limpiarlos y otras cosas semejantes.
2. Cortarse las uñas y roerlas con los dientes.
3. Ponerse el dedo en la boca o en la nariz o mirar al pañuelo después de sonarse.
4. Rascarse la cabeza o en otra parte de modo que le vean los demás.
5. Hacer visajes o gestos y limpiarse los dedos y las manos.
6. Estirar los brazos y dar castañetazos con los dedos.
7. Toser o estornudar demasiado fuerte, y hacerlo sin poner el pañuelo delante de la boca o narices.
Te puede interesar: Aquella urbanidad. Artículos históricos sobre la urbanidad
8. Seguir hablando al mismo tiempo que se tiene la boca abierta para bostezar. Aun esto mismo debe evitarse en lo posible en presencia de otros, porque da a entender que nos cansa su compañía.
9. Aproximar la boca a la cara de la persona con quien se habla.
10. Salivar en el suelo frente al sujeto con quien se habla.
11. Rechinar los dientes, limpiarlos o escarbárselos, o morder piedras ásperas o hierro, o hacer rumor alguno desagradable.
12. Hablar o reír consigo mismo en presencia de otros, o desperezarse, o silbar o enredar con los pies, como también el juguetear con cualquiera cosa que se tenga en la mano. Igualmente es descortesía el dar grandes carcajadas, el reír con exageración en los gestos, a hacerlo sin motivo o por cosas insulsas, o reírse de otro cara a cara y con desprecio.
13. Sentarse cuando los demás están de pié, pasearse o saltar cuando los demás están mentados, leer alguna cosa, distraerse o dormirse cuando otro habla.
14. Enseñar a otro alguna cosa asquerosa o darle a oler alguna cosa pestilente.
15. Volverse de espaldas a otro, o apoyarse en sus hombros, o dar con las manos o con el codo a aquellos con quienes se habla.
16. Conversar con alguno al oído, o en secreto en presencia de otros, sin haber pedido su venia.
17. Arrimarse a los que están hablando en secreto o a los que cuentan dinero, o ponerse en frente de la puerta del gabinete o de la sala donde alguno se ha retirado.
18. Tirar del vestido, o coger del brazo, o tocar en la espalda a las personas con quienes se quiere hablar o hacerlo de lejos, a gritos o con gestos. Cuando queremos hablar a alguno, principalmente si es persona de autoridad, debemos ir a buscarlo donde esté, pedirle, después de hacerle la cortesía, el debido permiso para hablarle, y si tenemos que decir alguna cosa reservada, tomar antes la venia de los circunstantes.
19. Tampoco se debe alargar la mano por delante de una persona para recibir o dar alguna cosa a otra, pues esto debe hacerse siempre por detrás de las personas intermedias.
20. Por la misma razón, no debe pasarse por delante de otra persona sin necesidad, o sin pedir su permiso, antes es menester pasar siempre por detrás cuando hay espacio, y cuando no, tomar su venia como se ha dicho.
21. Si estando sentados se acerca alguno a hablarnos, debemos ponernos de pié.
22. Si alguno nos hace alguna pregunta, no debemos responder si o no, sino si señor o no señor.
23. Jamás debemos usar con las personas con quienes no tengamos mucha intimidad el tono imperativo, como "haga Vd. esto", "diga Vd. esto otro", "venga o vaya", etc. sino suplicándoselo o rogándoselo, etcétera.
-
18303
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Las personas desocupadas se dedican en los países civilizados a cultivar el talento con la lectura, o se entretienen en amenas e instructivas conversaciones.
-
Estamos entre dos extremos, y así se participa de entrambos. Altérnanse las suertes: ni todo ha de ser felicidad, ni todo adversidad.
-
La institutriz, persona de carrera y de educación distinguida, se considera siempre como parte de la familia.
-
Las personas de una misma familia que se encuentran desacordadas no pueden jamás recibir dignamente a una visita. La paz doméstica es fundamental tanto para la convivencia cordial como para las relaciones sociales de la familia
-
Deberes respectivos entre artistas, autores y el público.
-
Los puntos principales de los artículos sobre el tiempo, la vanidad y la virtud.
-
Por grande que sea la dignidad, por alto el empleo que ocupemos, ninguna consideración nos dispensa del respeto que debemos a nuestros padres.
-
Si hemos de ser corteses con nuestros iguales con una Cortesía amistosa, es menester serlo aun más con aquellos, que tengan alguna cualidad mayor.
-
Siendo el carácter de los entusiastas todo benevolencia y dulzura, se ve uno obligado, so pena de pasar por inurbano, a oír con paciencia y aun con una especie de placer sus locas exclamaciones.
-
El respeto, es la característica principal, entre muchas otras, que debe tener un niño con otras personas con las que convive a diario
-
Estamos obligados a sentimientos piadosos y a modales benévolos con todos.
-
La obligaciones que todo hombre de bien tiene para consigo mismo.