
Invitados a la mesa. ¿Quién preside?
La presidencia de una mesa, por regla general, es para los anfitriones salvo que la cedan a algunos de sus invitados.
Dennis Wong
Presidir una mesa, ¿quién debe ocupar este puesto?
Una comida, bien sea un almuerzo o una cena, con varios invitados plantea algunas dudas cuando se quiere establecer quién preside la mesa.
Es importante elegir bien las presidencias, pues es, a partir de este punto, desde donde se establece el "punto de partida" para ubicar al resto de invitados, para el orden de servicio, etc. La presidencia es un punto de referencia muy importante en la mesa -y en otros lugares también-.
Regla general: preside la mesa el anfitrión
La presidencia de una mesa, por regla general, es para los anfitriones -preside quien organiza la comida-. Ellos son los encargados de presidir la mesa, salvo que haya una cesión de la misma.
En el caso de ceder la presidencia, por los motivos que sean, quien cede la presidencia se sitúa a su izquierda, y no a su derecha como sería si se sigue la lógica de la " ley de la derecha ". La presidencia se suele ceder cuando hay algún invitado de especial relevancia, o se considera oportuno por razones diversas.
Te puede interesar: como colocar a los invitados en la mesa
Como la sociedad evoluciona, cada vez es más habitual el caso de encontrarse con dos anfitriones del mismo sexo. En este supuesto, el protocolo no varía. Ambas personas ejercen la presidencia de la mesa, de la misma manera que lo haría otra pareja cualquiera. Algunos autores la llaman la doble presidencia, nombrando a uno de los anfitriones como primera presidencia, y al otro, como segunda presidencia.
Cuando la presidencia se establece en el centro de la mesa, se llama presidencia francesa. Cuando los anfitriones se colocan en los extremos de la mesa, se llama presidencia inglesa. Luego se pueden dar variantes -como presidencias dobles, mixtas o híbridas...-, pero las más utilizadas son las mencionadas presidencias.
Printerzug - Pixabay
En el protocolo más clásico se recoge que el anfitrión, hombre, se sitúa frente a la ventana, y la anfitriona, mujer, se sienta frente a la puerta de entrada o de servicio. Esta regla apenas es tenida en cuenta en la actualidad y los anfitriones se colocan en la mesa sin tener demasiado cuidado en saber dónde queda una ventana o una puerta de entrada o de servicio.
Si la comida es muy familiar, la presidencia de una mesa la suele ejercer el invitado de mayor edad. Por regla general, los abuelos o los padres, con independencia de quién haya organizado la comida -aunque la hayan organizado alguno de sus hijos o nietos-.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La regla de oro para decorar una mesa debería ser: no se crean barreras con la decoración
-
Los vinos, no deben permanecer en nuestra estantería o bodega muchos años, salvo algunas excepciones
-
La mesa se viste de gala en grandes ocasiones como es la Navidad. Fechas entrañables, buena compañía y disfrute gastronómico
-
La cuestión no es buscar culpables, sino saber responder de forma adecuada, educada y a tiempo
-
En la mesa debe uno servirse de una servilleta, un plato, el cuchillo, la cuchara y el tenedor, y sería deseducado prescindir de alguna de tales cosas al comer
-
Una cubertería de diseño sobrio y elegante, nos puede servir para poner en la mesa en cualquier ocasión. Los cubiertos además de bonitos deben ser útiles a la hora de comer
-
Los invitados cuando llegan al lugar de celebración de una comida o banquete se suelen hacer esta pregunta ¿dónde me siento?
-
Hasta el siglo XVIII, solo la nobleza y la alta burguesía podían permitirse el lujo de usar porcelana, pero desde entonces su uso se ha democratizado
-
Es muy importante conocer cómo abrir una botella de forma correcta, para evitar accidentes o perder parte de su contenido
-
La Navidad es tiempo de reuniones y reencuentros, la mayoría de ellos, en torno a una buena mesa
-
De la misma manera que decoramos la mesa y embellecemos todo lo referente al servicio, los comensales deben hacer grata la hora de comer, presentándose de manera limpia y grata a la vista.
-
Para llegar a ser realmente corteses no basta con conocer las normas de la moral y de la urbanidad, sino que también es indispensable practicarlas